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miércoles, mayo 8, 2024

Gus Leone, un argentino que se enamoró de Honduras

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Tegucigalpa, Honduras. Divertido, extrovertido, amante del fútbol y buena onda, así se describe Gustavo Leone, el argentino que se ha robado el corazón de los hondureños con sus ocurrencias y bailes.

Con tan solo 21 años, «Gus», como se le conoce, se sumergió en el mundo de los medios de comunicación, pero antes de eso, pasó por varios trabajos, desde reparador de celulares hasta actor y modelo.

Este presentador es originario de Buenos Aires, Argentina, en donde comenzó a trabajar desde los 15 años para convertirse en el exitoso hombre que es hoy. Se fue a Estados Unidos con 200 dólares, persiguiendo sus sueños. Sin imaginar que un día estaría presentando uno de los programas matutinos más destacados de la televisión hondureña.

Gustavo Leone llegó a Honduras en 2013 y desde entonces hizo una conexión con las tierras catrachas.

Gustavo es amante de la producción audiovisual y de proponer ideas para que se ejecuten durante las grabaciones. Además es fiel creyente que Honduras es una tierra llena de oportunidades para emprender.

Según contó Gus a Diario Tiempo, él era un niño tímido y casi no hablaba con nadie; sin embargo, el destino lo sacó de su país y se convirtió en un hombre lleno de energía, sueños y proyectos a cumplir.

A continuación, la entrevista completa con el presentador de Hoy es tu día.

En redes sociales vemos a una persona muy divertida y alegre, pero, ¿cómo te defines fuera de las redes?

Hoy en día me encanta estar en buena onda. Si tengo un problema, lo intento hacer algo positivo. No me amargo la vida, porque todo tiene solución. Trato de vivir en una buena vibra, estar contento, feliz, alegre, es mi modo de vivir, la verdad.

Entre tantos países, ¿por qué Honduras?, ¿cómo llegas aquí?

La primera vez que yo vine a Honduras fue en 2013. Vine a hacer una película que se llamaba Venganza y Justicia. Yo soy actor y me contrataron para hacer una película acá en Honduras, precisamente en Siguatepeque. Hice la película, estuve casi un mes y al siguiente año, en 2014, vine al estreno de la película, que fue en Tegucigalpa. Me hice de muchos amigos, conocidos, contactos, etcétera.

Tuve una conexión bien bonita siempre con Honduras. En el 2019 yo solamente venia por tres meses porque estaba juntando los fondos para hacer una película acá, vine a ver los territorios donde podíamos hacerla. Ahí me surgió una posibilidad con una productora local que me ofreció trabajar. Fui un loco, porque, literalmente, me vine con una maleta nada más y me terminé quedando a vivir.

Me tuve que ir a comprar los ‘chones’ porque traía para unos meses, no para quedarme a vivir. Fue algo bien loco, pero no me arrepiento de nada.

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¿Tenías planeado quedarte a vivir?

Quedarme a vivir no, jamás. Se me quedó en la mente cuando vine en 2017, que me ofrecieron ser presentador en un canal de televisión, ‘¿será que algún día volveré a Honduras o no?’. Bueno, y las cosas se fueron dando.

¿Te costó adaptarte a la forma de vida en Honduras?

Me costó el tema gastronómico, porque acá comen pesado. Al principio sí me costó un poquito, pero ya ahora estoy acostumbrado. Al principio quería comer de todo, ahora mantengo una dieta más saludable.

Eso fue lo que me costó, pero el resto no, porque el hondureño es bien servicial con el extranjero y mis amigos son lo máximo, me dan hasta lo que no tienen. Yo les agradezco un montón, porque me hicieron sentir en casa, la verdad.

Este argentino ya se siente parte de Honduras y confiesa estar enamorado del país.

¿Cómo describes a los hondureños?

El hondureño es amable, es servicial. Tal vez el propio hondureño que vive acá no se da cuenta, pero uno que viene de afuera, sí se da cuenta hasta en los más mínimos detalles.

Siempre me pasa que donde quiera que voy, un mesero o una persona me dice «que le vaya bien», «hasta luego», «buena suerte”. Para los hondureños tal vez algo normal, pero en Argentina, en Estados Unidos o en Colombia, es como «Ajá. Hasta luego. Bye». Es bien seco.

Son súper amables, abiertos a ayudarte si tenés un problema. Yo encontré mis mejores amistades en Honduras y la verdad es que eso es lo más bonito que me deja Honduras.

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Lo que más te gusta de Honduras

Lo primordial es su gente, porque lo que me hace sentir a mí como en casa es la gente. No son los rascacielos, las calles bonitas, sino la gente, y Honduras es el lugar en donde me siento como en casa, me siento cómodo. Su gente es lo que más me gusta de Honduras.

¿Tu lugar favorito de Honduras?

Copán Ruinas. Seguro ibas a pensar que iba a decir Roatán. Roatán es bello y es paradisiaco, pero, es que, Copán Ruinas… ¡Uf! A mí me encanta la historia e ir a las ruinas mayas de Copán es ‘wow’, es algo increíble, se siente en el lugar.

En sus tiempos libres se dedica a recorrer Honduras.

¿Antes de introducirte en el mundo de los medios, a qué te dedicabas?

Yo entré a este mundo de los medios con 21 años. Yo antes vendía celulares en una tienda. Tuve un pasado en el fútbol, jugué profesionalmente en Argentina cuando tenía 17 años. Llegué a la primera división del Club Atlético Tigre, tuve una muy bonita experiencia como deportista en aquél entonces. Lo que pasa es que tuve dos lesiones importantes en la rodilla que me vi obligado a dejar el fútbol, y es donde yo desemboqué en el tema de los medios de comunicación. Primero como modelo, porque me llamaban para hacer castings y eso, y se me fue dando. Tuve suerte en Argentina, seis meses después fui a Turquía a un concurso de modelaje, de ahí volví a Argentina y ahí fue donde ya empecé con el tema de la actuación, haciendo teatro.

Tenía casi 21 cuando hago un casting para Estados Unidos y quedé para hacer una película. Para mí era algo súper nuevo, nunca había hecho nada, sólo había hecho dos obras de teatro. Iba como un protagónico con dos tremendos actores: Omar Germenos y Ariadne Diaz.

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¿Era tu plan estar en televisión?

No estaba en mis planes. Mi papá me hizo el test de vocación cuando tenía 12 o 13 años. Yo siendo una persona sumamente tímida, introvertida, no hablaba. En el colegio solamente tenía uno que otro amigo, no era raro, pero no era de hablar, y en ese test salió que lo mío era la comunicación. Entonces mi papá dijo «no, este salió mal, porque este ‘man’ es cero comunicación».

Jamás pensé que iba a entrar en los medios de comunicación y todo se fue dando de una manera muy natural.

¿Qué te gustaría hacer si no fueras presentador?

A mí me encanta la producción, me encanta el mucho el detrás de cámaras, producir las cosas, hacerlas, no salir siempre delante de cámaras. Yo arranque delante de cámaras pero en el transcurso me di cuenta que me gusta estar detrás. Yo sé que eso va a ser hasta el día que deje de existir porque ese es mi entorno el detrás de cámaras.

A pesar de tener todo para estar frente a las cámaras, Gus es amante del detrás de cámaras y de la producción.

Además de actuar, ser presentador, productor y director, ¿qué más has hecho?

Mi primer trabajo fue en un taller mecánico, arranqué a trabajar con 15. Después mi papá me regaló un carro del año 80, viejísimo, y lo usaba para repartir pizzas. Repartí pizzas desde los 17 hasta los 20, y de los 20 a los 21, estuve en la tienda de celulares, porque me habían robado el carro.

¿Qué haces en tu tiempo libre?

Tengo dos actividades nada más en mi tiempo libre. Una va ligada con el trabajo, porque toca estar bien físicamente, entonces, entreno. La otra es ir a jugar fútbol, voy a jugar fútbol dos o tres veces por semana con amigos y hacemos unas buenas potras. A veces me junto con amigos y demás, no soy de salir mucho.

¿Tu talento oculto?

El talento de la cocina, no lo muestro, pero sí cocino, me encanta cocinar. Yo me invento mis recetas.

¿Cómo fue ver que de un día para otro un montón de gente te estaba siguiendo y viendo tu contenido?

Fue muy loco, porque a mí no me gustaba TikTok, sentía que no era algo productivo. Un día una amiga hizo un TikTok conmigo y estaba yo solo, bailando. Y ese video llegó como a medio millón de vistas en tres horas, y yo dije, “yo me estoy matando en Instagram para tener 5,000 vistas en un vídeo y aquí hubo medio millón en tres horas… no, yo me tengo que meter en esa vaina”, entonces ahí fue donde arranqué y tuve suerte.

¿Qué es «martes de confesiones»?

Se me ocurrió porque siempre ponía cajitas de preguntas y me parecía muy egoísta de mi parte. Entonces dije, “Okay, tengo 60 mil seguidores y les voy a decir que me cuentan sus cosas. Todo va a ser a la inversa y yo reacciono”, y así surgió, y por eso puse «martes de confecciones», para que digan lo que quieran confesarme.

¿Te considerás “influencer”?

La palabra influencer me genera mucho ruido. Siento que soy una persona que tiene seguidores y ya. Lo que yo haga, diga o lo que sea, si influencia a alguien, pues, es otra cosa.

Hablemos sobre tu productora ¿Por qué «Hormiga»?

Con mi socio, Víctor Ávila, empezamos a hacer unos videos en conjunto, en un blog mío. Yo ya tenía mi empresa, que es Grupo Leone, y él intentaba hacer una productora, pero estaba solo y yo estaba solo. Yo le dije “Mirá, estaría bueno que nos unamos”.

El nombre surgió porque en todos los lugares en donde yo vivía en Honduras estaban las hormigas. Vos dejás un pedacito de algo y las hormigas están ahí. Te invaden, y dije, “es increíble, las hormigas dominan Honduras”. Pero más allá, las hormigas son trabajadoras, estrategas, construyen sus propias cosas- Ya tenemos un año y medio con la productora.

Este argentino ha decidido emprender en Honduras, pues considera que es algo que este país tiene en comparación con otros.

¿Qué tipo de contenido crean?

Hacemos todo tipo de contenido. Contenido publicitario, ya sea para televisión o redes sociales, arte gráfico, estrategias de marketing, documentales y cine. Ya ganamos un par de premios con documentales, queremos seguir por ese lado, queremos desarrollar un poco más la industria del cine en Honduras.

Quiero hacer cine en Honduras que se pueda exportar, o sea, no hacer el típico cine que hoy en día vemos. En Honduras hay un cine muy local, pero esa película no se puede meter en Netflix. Quiero empezar a hacer cine que se pueda ver en esas plataformas para empezar a mostrar un poquito Honduras.

Hablas mucho sobre el emprendimiento en Honduras, ¿por qué pensás que están esas oportunidades?

Es una tierra de oportunidades para emprender. Si vos vas a Estados Unidos, ya está todo hecho, es muy difícil emprender cosas nuevas y es muy fácil conseguir trabajo. Aquí es diferente, ante la falta de trabajo, hay un montón de herramientas gratuitas para educarse y forjarte como emprendedor en Honduras. En Argentina no lo vi, en Colombia tampoco lo vi.

Yo creo que acá hay muchas cosas por hacer, hay muchas industrias vírgenes por ejemplo la producción audiovisual.

¿Qué consejo le das a los hondureños?

Que tienen que tener un poquito más de amor por su país, crean más en su país, que es una tierra de oportunidades. Considero que con mucho esfuerzo, dedicación y enfoque se puede salir adelante.

A este argentino-catracho le encanta viajar.

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