La Asociación Nacional de Industriales de Honduras (ANDI) se ha pronunciado sobre los actos violentos suscitados el pasado domingo 7 de noviembre en medio de las elecciones generales de Nicaragua.
Los comicios del país vecino de Honduras se vieron opacados por una ola de detenciones y el asedio judicial contra la mayoría de aspirantes presidenciales de la oposición. La jornada electoral habría registrado una abstención que ronda el 80% según organismos independientes.
En torno a esta situación, la ANDI público en sus redes sociales un comunicado donde muestra su «descontento» por los actos violentos que que vivieron los nicaragüenses.
No reconoce los resultados
En primer lugar, el ente nacional cita que la comunidad internacional no debe reconocer los resultados de las votaciones en Nicaragua.
Con el 75 % de la votación, según el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, el presidente Daniel Ortega fue reelecto para un cuarto mandato consecutivo.
Como segundo lugar, en el comunicado se solicita la inmediata liberación de todos los presos políticos nicaragüenses.
En tercer lugar, se pide que utilizar todos los medios pacíficos políticos para así poder presionar por la restauración de la libertad en Nicaragua.
Asimismo, la ANDI menciona que como organización busca promover los compromisos pacíficos y prácticas de independencia de poderes.
Una abstención que ronda el 80%, según organismos independientes
La prensa local destaca este lunes el fuerte inconformismo y desconfianza de los nicaragüenses hacia el proceso electoral; una situación a la que atribuyen, y se hace tangible, tras la alta abstención de votantes.
Entre el 79 % y 84 % de las personas aptas para votar no participó en los comicios, informó el observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas.
Sin embargo, según el Consejo Supremo Electoral (CSE), participó el 65,34 % de los nicaragüenses aptos para sufragar.
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Ese órgano está conformado por una mayoría de magistrados afín al partido gobernante, el Frente Sandinista (FSLN), luego de que su nombramiento fuera aprobado por el Congreso el pasado mayo.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban autorizados para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
Todas estas condiciones hicieron que los comicios fueran calificados por el Gobierno de Estados Unidos como una “farsa” y una “pantomima”, al igual que Costa Rica; donde hay un gran número de voces disidentes en el exilio por falta de garantías en suelo nicaragüense.
El comunicado
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