CORTÉS, HONDURAS. «Era un gran hombre«, dijo con voz solloza y entre lágrimas un hijo al recordar a su padre que por muchos años hizo historia siendo bombero y que ha fue considerado un héroe al rescatar a cientos de personas durante las inundaciones por Eta a sus 82 años de edad.
Se trata del excomandante Roberto Rodríguez Borjas, quien en enero de este año el COVID-19 le arrebató la vida. Sin embargo, es recordado como un hombre que dedicó su existencia a servir al pueblo hondureño.
Su hijo, Allan Rodríguez, habló con Diario TIEMPO y recordó cómo era su padre y lo que significaba para él ayudar a las personas. «Varias veces él arriesgó su vida para rescatar a personas, esa era su vocación y la cumplió hasta el final», señaló.
Asimismo, reveló la gran admiración que sentía hacia su progenitor, pero lo que más llamaba la atención era su preocupación por el necesitado ante cualquier desastre y cómo corría a brindar ayuda.
Una heroica trayectoria
A sus 18 años inició como voluntario en el Cuerpo de Bomberos tras graduarse de Perito Mercantil en 1960 y un año después ya estaba de forma permanente.
Fue comandante de Bomberos en San Pedro Sula y a nivel nacional. Durante su carrera recibió múltiples reconocimientos dentro y fuera del país. Fue fundador de 11 estaciones bomberiles y tomó cursos en México, Estados Unidos, Israel, España, Costa Rica y Chile.
Allan relató que para su padre ser un bombero era «su vida, su pasión, era su mundo».
Rescates de Eta
Para noviembre del 2020, Rodríguez tenía cinco años de haberse retirado del servicio activo, sin embargo, era una persona entregada, que amaba ayudar a los demás y sentía un compromiso con el pueblo.
Esa pasión, entrega y voluntad la volvió a demostrar durante las inundaciones provocadas por Eta. El Valle de Sula estaba siendo severamente afectado.
Rodríguez, pese a estar jubilado, tomó su uniforme, sus botas y su gorra y salió al rescate de cientos de hondureños que se estaban atrapados sobre los techos de sus casas.
«Yo sabía que se haría presente con los rescatistas del Cuerpo de Bomberos y cuando lo llamó ya estaba en acción», contó su hijo.
Rescató cientos de personas
El comandante pudo realizar sus labores con su lancha, la cual, sin pensarlo, puso a disposición ante la carencia de éstas. Él rescató a varias personas en el sector Planeta de la ciudad de San Pedro Sula.
A través de las redes sociales se hizo viral una fotografía donde se observa al heroico bombero salir de las aguas a pie, mientras ayuda a impulsar la lancha en la que varios afectados iban a bordo.
El veterano bombero continuó haciendo sus recorridos en lancha por las zonas inundadas, de jueves a domingo, desde que salía el Sol hasta que oscurecía, habiendo rescatado a decenas de familias, de un viaje a otro. También gestionó ayuda humanitaria para los pobladores afectados por la tormenta Iota.
“Yo me retiré del Cuerpo de Bomberos de Honduras porque hay que darle chance a la juventud, pero en el momento en que mi país me necesite, estaré atento para ayudar en todo lo que pueda. Yo soy un bombero por siempre”, dijo en su momento el fallecido comandante.
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Perdió la batalla contra el COVID-19
A Rodríguez Borjas se le presentó una dura prueba por la que tenía que luchar y es que resultó contagiado del virus COVID-19, la cual puso delicada su salud, tomando en cuenta su edad.
Para un héroe como don Roberto no era fácil rendirse y mantuvo su batalla por sobrevivir durante varios días, sin embargo, no fue suficiente. Pese al esfuerzo de los héroes de batas blancas, el comandante murió en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Tras reportarse la noticia, el Cuerpo de Bomberos de Honduras, familiares, amigos y cientos de hondureños lamentaron el fallecimiento del eterno Bombero.
«Otro héroe que cae víctima del COVID-19, QDDG», se pronunció el la institución de Bomberos en aquel momento.
Tras varios meses de su partida el comandante Rodríguez sigue marcando historia. Él siempre será recordado como un héroe que hasta en los últimos meses de su vida siguió sirviendo y demostrando su amor a su profesión.
Rodríguez fue padre de cuatro hijos, que hoy lo recuerdan con amor y aunque al hablar de él se les haga un nudo en la garganta, su legado y su recuerdo estarán presentes siempre.
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