Tegucigalpa.- El mayor ataque terrorista sufrido en la historia de España, ocurrido un día como hoy en Madrid y conocido como el 11M, causó dolor entre las familias españolas, pero también produjo mucho sentimiento en Honduras, pues una pareja de esposos trabajadores murió en el estallido de uno de los cuatro trenes que hizo explotar un grupo de terroristas radicales.
El 11 de marzo del 2004 una célula de Al Qaeda activó diferentes artefactos explosivos en las estaciones de Atocha, Santa Eugenia; El Pozo y la calle Téllez en Madrid. El desastre dejó 192 muertos y más de 2.000 heridos.
Este hecho se convirtió en una masacre terrorista que sacudió a España y además provocó un cambio electoral, al tiempo que sensibilizó a la sociedad. Las elecciones que iban a tener lugar cuatro días después de esta matanza, reflejaron un resultado en principio inesperado frente a lo que todas las encuestas daban a entender.
¿Qué sucedió?
Todo da inicio la mañana de un jueves, entre las 7:36 y 7:39 am, cuando cuatro vagones de trenes en Alcalá de Henares (estación ferroviaria en las cercanías de Atocha, Madrid), se trasladaban con pasajeros a bordo.
Se trataba de población trabajadora y de clase media baja. En los trenes iban trabajadores de la construcción, aseadoras, administrativos y muchos estudiantes. Todos usaban ese sistema de transporte, en buena medida, por su menor precio.
Los cuatro trenes explotaron en cuestión de minutos. Un grupo terrorista activó bombas mediante teléfonos móviles. Los explosivos estaban compuestos por dinamita plástica, tornillos y clavos a modo de ametralladora.
En la tragedia se encontraron muchas personas sin vida. Asimismo individuos totalmente lesionadas en estado crítico con quemaduras de pólvora de tercer grado, desprendimientos y hemorragias en su cuerpo. Las heridas físicas eran indescriptibles.
Todo esto se convirtió en imágenes traumáticas y escenarios escalofriantes para todos aquellos que pudieron apreciar la terrible masacre, tanto para los sobrevivientes como personas que asistieron al lugar para brindar ayuda y dar a conocer el hecho.
Sin embargo, no solo ayudaron aquellos que se acercaron a los lugares atacados para intentar rescatar a quienes estaban atrapados entre los escombros. También destacaron los relatos heroicos de pasajeros que salvaron vidas ajenas.
Además fue ejemplar la asistencia voluntaria de casi 900 psicólogos que atendieron de forma altruista a las víctimas durante 15 días. Las consecuencias de este acontecimiento se alargarían en el tiempo durante años. Inmediatamente después de las detonaciones, se pusieron en marcha los servicios de emergencia y dio comienzo la investigación policial.
El hallazgo de una mochila que no había estallado en las inmediaciones de El Pozo, permitió a la policía localizar al grupo terrorista. La explosión de bombas en los vagones, 11 de marzo del 2004; Madrid causó muerte y destrucción.
Responsables del ataque
En principio, las pistas fueron relacionadas con el grupo terrorista español llamado Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Una organización nacionalista vasca que se proclamaba independentista, nacionalista, socialista y revolucionaria, Cuyo objetivo era la creación de un Estado socialista en la región Euskal Herria, que por siglos habían habitado los vascos entre el norte de España y el sur de Francia.
ETA, banda terrorista socialista y revolucionaria de España, se desvinculó de los atentados. Pero esta organización dio a conocer a través de un comunicado que no eran responsables de ese ataque.
Sin embargo, el gobierno derechista dirigido por José María Aznar, que ya había sido atacado anteriormente por esta banda terrorista, los señalaba culpables del crimen sucedido ese 11 de marzo.
Revelación de pistas
A medida que la investigación continuaba, nuevas pistas aparecieron. Estos nuevos rastros pusieron en alerta a las autoridades. El centro Nacional de Inteligencia (CNI), cada vez iba descartando que ETA era responsable del atentado.
Algunos grupos alertaron que las autoridades del gobierno estaban mintiendo a la población y a los medios de comunicación. El Gobierno presidido por Aznar acusó al Partido Popular (PP) de “manipular y tergiversar” la información del 11M, con fines electorales. Al revelarse ciertas investigaciones que no eran fiables, la población se manifestó en las calles, exigiendo justicia por este asesinato.
Según lo registra la historia, las nuevas pistas advirtieron que la policía ya había registrado una furgoneta blanca robada en Alcalá de Henares. De ahí habían partido los trenes cargados con las bombas, dentro de la furgoneta encontraron un teléfono portátil, siete detonadores y una cinta comercial con la carátula en árabe.
Las autoridades policiales fueron informadas al punto de estos indicios apuntando al islamismo. Se estableció que todo pudo ser provocado por venganza, Así, los islamistas lucían como los responsables de lo sucedido.
La policía localizó la célula terrorista afincada en un apartamento del madrileño barrio Leganés, a la que acorralaron el día 3 de abril. Durante la operación policial, se produjo un tiroteo y, finalmente, los siete terroristas árabes que había en el piso hicieron detonar una bomba que acabó con sus vidas y la de un subinspector del Grupo Especial de Operaciones (GEO).
Un matrimonio hondureño viajaba en uno de los trenes
Honduras también se vio afectado por la tragedia. En uno de los trenes se conducía una pareja sampedrana; eran Laura Ramos, de 37 años de edad y Saúl Valdés, de 44 años.
De acuerdo con los reportes tenían tres hijos en común, pero él contaba con otros cinco de una unión anterior. Se habían conocido en Choloma, el pueblo de ella. Llevaban 17 años juntos y habían emigrado a España en busca de una vida mejor.
“Primero viajó él y, en cuanto juntó el dinero suficiente para pagar el pasaje, trasladó a Laura. Un tiempo después llevaron a sus hijos uno a uno, mismos que se habían quedado con su abuela en San Pedro Sula”, dijo Lesly Martínez, prima del fallecido; en declaraciones a Diario El País, de España.
La mujer, Laura solía tomar el tren cada día para ir a trabajar como empleada de limpieza. La peor suerte la tuvo quizás su esposo, Saúl, justo el día anterior le forzaron el coche que usaba para trasladarse a las obras de la construcción en las que trabajaba, relató el rotativo español en una historia que produjo sobre la vida del matrimonio.
Según la entrevista realizada a familiares del esposo, ellos trabajaban para sostener su hogar tanto en España como en Honduras. “Acababan de conseguir comprarse una pequeña casa, con una hipoteca, poco a poco habían acondicionado su hogar con muebles de segunda mano.
Aún no tenían microondas ni lavaplatos, tenían problemas económicos, pero eso los unía y les hacía tener metas juntos”, mencionó José, esposo de la prima del fallecido a través de la entrevista a El País.
Apoyo por parte del Gobierno
A pesar del dolor, los familiares del matrimonio fallecido se sintieron auxiliados, ya que el gobierno hondureño dirigido en ese entonces por el ex presidente Ricardo Maduro, se comportaron a la altura, dijo el informativo español.
Maduro y su entonces esposa, Aguas, de origen español, se pusieron a disposición de la familia para lo que ocuparan. “Cada tres minutos nos llamaban del Consulado para saber lo que necesitamos», afirmó José en la entrevista.
Habían puesto, además, un coche para facilitarles movilizarse, cubriendo todo tipo de gasto tanto del viaje como cuando llegaran a Honduras, reportó El País.
Lesly y José, que al momento de la entrevista con El País tenían una hija de ocho años, también ayudaron a los hijos de los fallecidos. «Vamos estar con ellos a muerte», afirmaron en aquel momento.
La abuela aseguró que pedirían la nacionalidad para todos sus nietos, tal y como había ofrecido el presidente del gobierno español; José María Aznar, a todos los familiares de las víctimas.
Cuentan los registros históricos de este hecho que en la capilla ardiente en el madrileño tanatorio de la M-30 asistieron muchos hondureños. En la sala en la que yacían los restos de la pareja, la 11.
Se vieron escenas muy dramáticas, indican los medios que cubrieron la vela. Los familiares se empeñaron en querer ver por última vez el rostro de la Laura y Saúl, reportaban los medios españoles.
A pesar de que los psicólogos que les acompañaban intentaron disuadirles, se empeñaron. Y no lo aguantaron, Habiendo muchos lamentos de dolor y desmayos, informaron los rotativos.
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¿Por qué islamistas atacaron España?
A menudo el atentado de Madrid se relaciona con la invasión estadounidense de Irak y la participación de tropas españolas entre las de la coalición internacional que se desplegaron en ese país.
Las fuerzas de seguridad españolas tienen una buena reputación como operadores efectivos para el antiterrorismo, puesto que se país es un atractivo punto de entrada para los yihadistas por su larga costa del Mediterráneo y la cercanía con Marruecos.
El propio Bin Laden (líder de AlQaeda) alabó los atentados y los justificó como una represalia por la participación española en la guerra de Irak. «El 11-M es el castigo a España por sus acciones en Irak, Afganistán y Palestina. La acción terrorista en Madrid se impuso como eco del perpetrado en las Torres Gemelas el 11S y constituyó la segunda mayor acción terrorista en territorio europeo hasta el momento», según reporte de diario El Mundo.
Así, los atentados del 11 de marzo de 2004 en España se convirtieron en una serie de ataques terroristas que dejó devastadas a muchas familias.
Es el mayor atentado de la historia de España y el segundo más fuerte cometido en Europa. La masacre hizo que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se unificaran en el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, el primer organismo que centralizaba sus operaciones y facilitaba la comunicación policial. En Honduras, el acontecimiento, sigue generando dolor y despertando recuerdos.
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