TEGUCIGALPA.- Tras las acusaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en contra de los representantes de la Organización mundial del Comercio (OMC), el representante de Honduras, Dacio Castillo, se defendió.
De acuerdo con la denuncia del ente anticorrupción, se realizó el pago de 61 millones de lempiras en salarios y gastos de representación. El supuesto despilfarro ocurrió entre 2018 y 2022. Se distribuyó el monto mencionado a tres representantes permanentes ante la OMC en Ginebra, Suiza.
Según dijo Castillo, lo primero que el CNA no tomó en cuenta para realizar este informe es el alto costo que implica vivir en Suiza, justificando que es el segundo país más caro. Además, explicó las diferencias que existen entre vivir en Ginebra y Tegucigalpa.
«El CNA no tomó en consideración que Suiza es el segundo país más caro para vivir y que el costo de vida en Honduras es 67 por ciento más bajo que en Suiza», explicó.
Asimismo, señaló que la renta en Honduras es 81 por ciento más económica que en Suiza. También recalcó que los gastos de consumo son casi el 200 por ciento más caros, sin incluir la renta.
«Yo vivo en un departamento de 90 metros cuadrados, yo pago al rededor de 4 mil francos, son 4,200 dólares. Aquí un apartamento de 90 metros cuesta 540 dólares, entonces, veamos cuánto es la diferencia», dijo.
Además señaló que los salarios «no son desmesurados», sino que, al contrario, son salarios que andan rondando el «termino medio». Entre tanto, dijo que las acusaciones eran falsas y no estaban bien sustentadas.
«Esos son los sueldos desmesurados cuando se sacan de contexto, cuando se vive en el segundo país más caro del mundo», agregó.
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Todo se arregla con almuerzos
El embajador dijo que para hacer negocios en la OMC se debe convencer a los representantes de los países. Es por eso que explicó que «todo se arregla con almuerzos», durante los cuales se hacen relaciones diplomáticas que favorecen al país.
Asimismo, lamentó que ante la falta de fondos suficientes para ejecutar esas reuniones, él ha tenido que absorber los gastos. También recordó que en lo que va del año 2022, no se les ha cancelado ni un mes de salario.
«En Ginebra todo se arregla con almuerzo y con cenas. La misión va retrasada conmigo porque simple y sencillamente no hay suficientes fondos. Yo soy el que estoy absorbiendo todo ese gasto», manifestó.
Al ser consultado si la botella de vino, que costaba alrededor de 750 dólares, era necesaria el funcionario dijo que sí. Él sostuvo su postura argumentando que «no podía dejar una imagen mediocre del país».
«Yo no voy a dar una imagen del país. Tenía 10 personas invitada y esas dos botellas me permitían hacer un reservado. Ahí me estaba quitando ‘x’ cantidad de dinero», dijo.
Además, sostuvo que él no podía llevar a un embajador a una «pupusera», porque así no eran las cosas en Ginebra. Según el representante de Honduras ante la OMC, todo se trata de mantener una imagen de progreso y que es «una Honduras de liderazgo».
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