TEGUCIGALPA, HONDURAS. Aunque son espacios diseñados para privar de muchas libertades a personas que han cometido delitos o que son sospechosas de cometerlos, en las cárceles los reos cuentan con el «placentero» derecho de la visita conyugal.
De hecho, el mencionado beneficio que tienen las y los presos del país está debidamente reglamentado y justificado por la ley.
Por ejemplo, en la «Ley del Sistema Penitenciario Nacional», en la sección IX del capítulo IV, en los artículos 89 y 90, se establece el derecho del que las personas presas gozan.
«Las personas internas pueden gozar del beneficio de recibir visitas íntimas de su cónyuge o compañera (o) de hogar», reza parte de la ley.
«Los hombres y las mujeres procesadas o condenadas que sean cónyuges o compañeros de hogar entre sí, pueden pedir permiso para hacer su visita íntima», se menciona en el artículo 90.
Por lo cual, el sistema penitenciario hondureño tiene la autorización de permitirle a un reo tener su visita conyugal; las citas actualmente son calendarizadas, luego de que la pandemia las mantuviera en pausa hace meses.
Visitas a las cárceles hondureñas
Para comprender cómo funcionan los encuentros dentro de las cárceles hondureñas, Diario Tiempo se puso en contacto con la licenciada Digna Aguilar, portavoz del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
Según contó Aguilar, como medida para controlar los contagios de COVID-19, el INP determinó dividir en partes las visitas, tanto las íntimas como las familiares.
«Los 25 centros penitenciarios se dividieron en dos grupos: hay 12 y en el otro 13. Esto para evitar la aglomeración de visitas», dijo Aguilar.
«Este fin de semana pasado le tocó visita conyugal a 12 establecimientos. Este fin de semana que viene tienen visita familiar 13 centros y los 12 que recibieron visita el fin de semana pasado, van a estar reposando», explicó la portavoz del INP.
«Se van cumpliendo los 15 días del periodo de incubación del virus, mientras se realiza el proceso de evaluación médica con los privados que recibieron visita», añadió.
Leer también: INP autoriza visitas conyugales en las cárceles de Honduras
Proceso para establecer una vista conyugal
Una vez aclarado el calendario de visitas a las penitenciarias del país, la licenciada Digna Aguilar detalló cuál es el proceso que se sigue para pactar los encuentros conyugales.
«En este caso ellos (los reos) tienen que declarar el nombre de su pareja», señaló la portavoz del INP.
«En el caso de la pareja de ellos, tiene que hacer el trámite para obtener el carné para realizar la visita conyugal», agregó.
Sumado a esto, contó que es el reo quien corrobora a la persona que efectuará la visita, a la vez que ella realiza los trámites correspondiente para tener acceso a los encuentros conyugales; papeleo que es similar al que se sigue para las visitas familiares.
«A larga, no es que cualquiera que llegue, puede hacerla (la visita conyugal), sino que son las parejas autorizadas por las personas privadas de libertad«, indicó Aguilar.
«Presentan la misma documentación y ahí pide que está solicitando los dos carné. El privado de libertad es el que da el nombre de la pareja», puntualizó.
También, la portavoz del INP detalló cuál es la forma de constatar que la persona que realiza la visita, en efecto, es pareja del recluso o reclusa.
«Tiene que presentar un acta notarial donde indique que se encuentran en unión libre y, si están casados, pues presentar el acta de matrimonio. O la partida de nacimiento de hijos, si tienen hijos en común», explicó.
Una vez realizado el papeleo, la persona visitante ya tendrá el carné que la acredite como alguien autorizada para realizar visitas conyugales.
Leer también – INP: Implicada en masacre ya no compartirá cárcel con Rosa Elena
Sobre el momento de la visita conyugal
De acuerdo con lo que explicó Digna Aguilar, al momento de llegar al centro penal, la persona visitante pasa por las mismas revisiones que en los encuentros de tipo familiar.
«El procedimiento es el mismo, los controles de seguridad son los mismos; procesos de inspección son los mismos», dijo la vocera del INP.
Además, reveló que el tiempo establecido con el que cuentan los presos para concretar la visita conyugal es de una hora. «Hay espacios, se han habilitado espacios para realizar este tipo de visitas. Igual, siempre hay vigilancia», aseguró.
«Al momento, cuando una pareja termina de realizar la visita, se desinfecta el espacio para que pueda ingresar otra pareja», detalló.
Un derecho pendiente con la comunidad LGBTIQ+
Aunado a lo anterior, la licenciada Digna Aguilar comentó que la visita conyugal aún es un tema pendiente con los privados de libertad que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+.
«Justamente en eso se está trabajando, en ellos es otra situación. Sin embargo, los mismos organismos de derechos humanos, organizaciones que trabajan con estos grupos, están haciendo gestiones para que ellos puedan recibir este tipo de visitas», dijo Aguilar.
«Recuerde que la ley es clara, sin embargo, eso no significa que ellos no tengan derechos. Por lo tanto, las autoridades del INP mantienen una buena comunicación tanto con organismos de derechos humanos», concluyó la portavoz del INP.
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j.
