CHOLUTECA, HONDURAS. Un privado de libertad murió en la cárcel de Choluteca luego de caer de la litera, o camarote, en el que dormía, así lo informaron desde el Instituto Nacional Penitenciario (INP).
El infortunado respondía al nombre de Julio César Baquedano Amaya, de 35
años años de edad, quien era originario y residente de la colonia Ciudad Nueva, departamento de Choluteca.
Las autoridades del INP afirman que la muerte fue accidental. Incluso, afirman que al reo se le intentó salvar la vida llevándolo hasta el Hospital Regional del Sur, pero los esfuerzos de los médicos fueron en vano.
Diario Tiempo se comunicó con la vocera del INP, Digna Aguilar, quien aseguró que Julio César sufrió un fuerte golpe en el rostro luego de la caída. Presuntamente la caía no fue mientras él dormía, sino cuando pretendía subir a la colchoneta superior.
«Fue una caída accidental. Lo que sucede es que iba a subir a la litera y se resbaló. Al caer golpeó su rostro contra el suelo. El personal médico lo atendió y trasladó al hospital, en donde dijeron que no presentaba signos vitales», dijo Aguilar a este medio de comunicación.
Antecedente: otro reo muerto
El pasado mes de marzo, un joven privado de libertad en la cárcel de mediana seguridad de Siria, ubicada en El Porvenir, Francisco Morazán, murió de una infección en la sangre.
El preso murió en el Hospital Escuela, en donde permaneció interno durante algunos días debido a la gravedad de su padecimiento: septicemia.
Al ahora fallecido lo identificaron con el nombre de Carlos Joan Aquino, de 27 años de edad, quien pagaba una condena por el delito de violación en contra de una menor de edad, con la que aparentemente sostenía una relación amorosa.
Los familiares del joven denunciaron que contrajo la enfermedad por la insalubridad y la falta de limpieza en los baños de la cárcel del Valle de Siria.
Según testimonios, el joven se contagió de un hongo en uno de sus pies y se fue propagando a modo de formarse la infección que le llegó hasta la sangre.
Además de eso, los familiares indicaron que el muchacho estuvo grave durante dos semanas en la clínica de la cárcel, pero sin el tratamiento que demandaba su situación, por lo que lo trasladaron al Hospital Escuela.
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