Tegucigalpa, Honduras. Alegría, amor y emoción fueron los principales sentimientos que se vivieron este fin de semana en la cárcel de Siria, ubicada en El Porvenir, en Francisco Morazán, donde varias parejas se casaron.
Y es que este sábado 24 de septiembre, nueve privados de libertad se casaron con sus parejas en una sencilla, pero especial ceremonia, la cual estuvo llena de felicidad.
Si bien la mayoría de las parejas ya tienen varios años juntos, por diferentes motivos no habían podido contraer nupcias.
Mágico evento
Las uniones comenzaron desde tempranas horas de este sábado, donde las parejas, en un altar improvisado, se dieron un «sí».
Ante sus compañeros, autoridades y un notario que realizó las nueve bodas, las parejas se juraron amor eterno, apoyo, protegerse en la adversidad y prosperidad, en la angustia y la felicidad.
Los reos se vistieron con trajes formales para la ocasión, mientras que las novias se pusieron vestidos que resaltaban su belleza.
Durante el evento, las parejas también tuvieron un momento espiritual, pues se arrodillaron y le agradecieron a Dios por permitir que se casaran.
Con sonrisas en sus rostros, las parejas agradecieron a las autoridades penitenciarias por brindarles la oportunidad de formalizar su relación a través del matrimonio.
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Denuncian violación de derechos a miembros LGTBIQ+ en cárceles
No se están cumpliendo los protocolos de seguridad en los centros penales del país para las personas que son miembros de la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer (LGTBIQ+), ha denunciado el Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (MNP-CONAPREV).
La comisionada de MNP-CONAPREV, Melissa Escoto, explicó que no existen espacios especiales para esta población y, debido a la homofobia que hay en las mismas, sufren de abusos que van desde agresiones físicas hasta violaciones sexuales.
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Los obligan a raparse
Asimismo, Escoto declaró que las autoridades en los centros penales les obligan a cortarse el pelo y no vestirse conforme a su preferencia sexual.
«Que les obliguen a cortarse el pelo y los dejen pelones y que nos les permitan vestirse como ellos desean si son travestis o transexuales son parte de los abusos a los que son sometidos y es una clara violación a sus derechos humanos», señaló.
Sin visitas conyugales
La representante de CONAPREV también denunció que, a diferencia de las demás personas recluidas, ellos no tienen derecho a tener visita conyugal.
«Ellos no gozan de los mismos derechos como las visitas conyugales. Además, solo el Centro Penal de Támara tiene un espacio para ellos, en los demás no hay y se tienen que mezclar con los otros privados de libertad», criticó Escoto.
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