Redacción. El suicidio se ha convertido en la puerta de escape para rehuir a los problemas que les aquejan, evidenciando una crisis social que parece ir en aumento. Más de 100 hondureños han tomado esa fatal decisión en lo que va de 2023.
Recientemente, se registraron varios casos que han encendido nuevamente las alarmas entre los expertos. Este enemigo silencioso no ve raza, sexo, situación económica, nivel educativo ni estrato social.
Según cifras de la Policía Nacional, hasta abril del 2023 se han reportado 114 muertes autoinfligidas en todo el territorio nacional. No obstante, esta cifra sigue en ascenso de acuerdo a los constantes reportes en los medios de comunicación.
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Diario Tiempo contactó con varios expertos para profundizar en las raíces de esta problemática y buscar eliminar el estigma que evita que más personas pidan ayuda antes de tomar esta decisión.
Conducta suicida
En este sentido, el psicólogo hondureño Warren Ochoa aseguró que las conductas suicidas no son una actitud típica en un ser humano.
«La conducta suicida es un elementos atípico, no es típico, no es esperado, no es lo normal estadísticamente. La mayoría de personas tenemos un instinto de autopreservación«, detalló.
Pese a estas declaraciones, de acuerdos a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 700 mil persona deciden quitarse la vida cada año en todo el mundo.
Factores psicológicos de riesgo
Existen condiciones químicas y biológicas que pueden convertirse en factores que ponen a una persona en un riesgo especial de cometer suicidio; estas son:
- Bipolaridad tipo 1 y tipo 2
- Ciclotimia
- Distimia
- Trastorno depresivo mayor
- Trastorno límite de la personalidad
Estigma
El psicólogo Ochoa señaló que el suicidio siempre ha estado rodeado de estigmas y prejuicios, principalmente religiosos. «Comúnmente, las personas lo consideran un pecado y lo condenan y dicen que estás personas se van a ir al infierno», aseguró.
De igual manera, el especialista en temas de salud mental indicó que uno de los principales errores al enfrentar esta situación es hacerlo desde la crítica y la suposición. Por lo tanto, recomendó que cuando una persona pida ayuda, no se debe enfocar el problema en el tema religioso.
«Es un error gravísimo porque, de hecho, lo peor que se puede hacer es darle una aproximación religiosa a la conducta suicida», detalló. Además, Ochoa aseguró que tratar a una persona con tendencias suicidas requiere de un equipo de especialistas que puedan brindar la ayuda correspondiente.
«Necesita un acompañamiento multidimensional, multifactorial, multidisciplinario y en eso no hay ningún ente religioso que pueda ayudar. Necesitamos aquí el acompañamiento psicoterapéutico de un psicólogo, el acompañamiento psicofarmacológico de un psiquiatra y posiblemente el acompañamiento de un trabajador social psiquiatra», insistió.
Factores sociales toman un papel fundamental
En Honduras como en cualquier parte del mundo, los factores sociales se convierte en una pieza decisiva para que la gente decida acabar con su vida. El acoso escolar, la falta de empleo, o la idealización irrealista de una relación amorosa se pueden convertir en razones por las cuáles personas pretendan suicidarse.
Por otro lado, la edad también juega un papel fundamental. Ochoa señaló que las personas entre las edades de 16 a 30 años tienden a estar más expuestas a los factores detonantes que la población en general.
Diario Tiempo consultó al psiquiatra Javier Uclés sobre qué situaciones pueden convertirse en detonantes para que los hondureños tomen la resolución de acabar con sus vidas.
«El suicidio cada vez está aumentado en Honduras. El suicidio se va volviendo una situación que la gente toma como fácil. También, hay situaciones económicas, sentimentales, amorosas, desempleo, trabajo, abuso sexual, violencia doméstica, violencia no doméstica, consumo de alcohol, consumo de drogas, uso de armas», complementó.
Además, el experto indicó que, a pesar de que haya un rango de edad con más tendencia a caer en el suicidio, toda la población hondureña está expuesta al problema.
«Los suicidios siempre han existido y seguirán existiendo. Pero nuestro país está muy destrozado y por eso se refleja un alto índice de suicidios de toda edad», manifestó.
Por su parte, el profesional de la salud mental, Warren Ochoa, aseveró que enfrentar este tipo de condiciones adversas puede tener consecuencias a largo plazo.
«Las personas que sufren de privación socioeconómica, el abuso físico, el abuso sexual, el maltrato psicológico verbal en la infancia, en la niñez, en la adolescencia y el acoso escolar son factores que inciden en conductas suicidas posteriores», afirmó.
El alcohol y el suicidio
Según expertos consultados por Diario Tiempo, uno de los detonadores de conductas suicidas más comunes en el país es la ingesta de bebidas alcohólicas.
El psicólogo Warren Ochoa especificó que tomar esta clase de bebidas es un factor «comórbido» que coloca a una persona en una situación que la vuelve propensa a tomar estas decisiones.
«Además de tener estos trastornos, el factor de riesgo comórbido más peligroso es la ingesta de bebidas alcohólicas. El alcohol es la droga más peligrosa a nivel mundial», detalló.
De igual manera, el especialista en temas mentales manifestó que tomar alcohol se vuele la causa de múltiples situaciones de riesgo.
«El alcohol genera accidentes de tránsito fatales, violencia doméstica, delincuencia, actos de violación y al mismo tiempo, induce la conducta suicida en la persona que tiene factores de riesgo«, aseguró.
En este sentido, el psiquiatra Javier Uclés indicó que los factores sociales combinados con el alcoholismo se pueden convertir en un coctel mortal para los hondureños.
«Hoy estamos viviendo una situación de pobreza, de miseria terrible. La gente consume más alcohol y ese es un error. Cuando la gente está muy deprimida, muy solitaria y bebe alcohol eso la empuja y la mete al suicidio con más facilidad», comentó.
La niñez también se ve afectada
La psicóloga hondureña Paola Valdés señaló que los menores también se ven afectados por los factores sociales que pueden inducir al suicidio. A una corta edad existe poca tolerancia a los problemas, por lo tanto, la experta recomendó a los padres prestar atención a sus hijos.
«En los niños ver la muerte es como un juego, entonces al pensar que van a poder revivir, muchos niños pueden tomar decisiones fatales. Esto, por la poca tolerancia que tienen de poder enfrentar el reto de la vida», detalló.
¿Se puede prevenir el suicidio?
Los especialistas consultados por Diario Tiempo concordaron en que el suicidio puede prevenirse si se recibe la atención adecuada.
«Sí se puede prevenir. Lamentablemente no hay hospitales ni clínicas especializadas para la gente pobre», aseguró Uclés. Además, el psicólogo Warren Ochoa manifestó que se debe implementar una red de apoyo que funcione en conjunto con otras instancias estatales.
«Poner en movimiento un Plan nacional de Salud Mental que sea una colaboración con la Secretaría de Educación. También, es bueno poner en marcha un plan de educación sexual«, sugirió.
De igual manera, el especialista indicó que se deben poner psicólogos a disposición de la población en general. «Esos son fenómenos que se trabajan de esa manera, pero también se pueden trabajar poniendo psicólogos a disposición a nivel nacional», puntualizó.
Sin apoyo
Los expertos señalaron que en Honduras no existen un plan nacional de salud mental, por lo que cientos de compatriotas están completamente desprotegidos ante las ideas suicidas.
«No existe un plan nacional de salud mental. No existe, ningún gobierno jamás ha puesto en movimiento un plan nacional de salud mental. Sólo existen servicios de salud mental para el Distrito Central«, indicó.
En el territorio nacional sólo existen tres hospitales públicos que tratan enfermedades mentales. Para un país de más de 10 millones de personas, esta cantidad de centros de ayuda resultan insuficientes para cubrir con la demanda total de pacientes.
«Nosotros no tenemos ni 200 psicólogos y psicólogas trabajando a nivel nacional», aseguró Ochoa. Por lo tanto, las personas que necesiten estos servicios deben optar a psicólogos privados que están fuera del alcance del sector más pobre del país.
«Los servicios de salud mental a nivel privado son carísimos. Considerando que el 74% de la población vive en pobreza, en realidad, la mayoría no puede atender su salud mental», comentó.
Recomendaciones
La psicóloga Paola Valdés compartió con Diario Tiempo algunas recomendaciones que puede tomar encuentra si se encuentra pasando por una situación difícil o si desea ayudar a un conocido.
«Es importante buscar ayuda, ya sea de un profesional de la salud mental, o alguien que pueda escucharlo. También, ayudar a organizar el día a día del paciente, estructurarlo. Además, seguir un tratamiento completo tanto con psicólogo como con un psiquiatra», explicó.
De igual manera, la especialista indicó que es bueno practicar algún deporte o realizar terapias ocupacionales. Esto, con la idea de divagar la mente y el cuerpo.
Si usted está atravesando una situación difícil y necesita ayuda puede comunicarse a «El teléfono de la esperanza», marcando el número 9997-7719. Un especialista lo atenderá y le brindará la atención necesaria.