20 años de cárcel recibe “La Mala”, quien asesinó a Génesis, joven centralista

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Jansseni Suazo, alias "La Mala", junto a un secuaz, mató a la joven Génesis Colindres en 2018. Ahora, cumplirá una larga condena tras las rejas.

TEGUCIGALPA, HONDURAS. Sólo 18 años tenía Jansseni Nineth Suazo Ponce cuando, en compañía de un menor de edad, le hizo señal de parada a un taxi en Tegucigalpa, ciudad capital de Honduras.

El conductor, bajo la ingenuidad que pueden provocar las apariencias, se detuvo. En aquel momento sintió que no tenía por qué pensarlo mucho; pues, no tenía algún indicio de que aquello significaba nada más que otro viaje que le dejaría unos «pesitos».

Ya había caído la noche de aquel 12 de abril de 2018, cuando, ahora junto a sus dos ocupantes, seguía el camino. Pasaba justo por una farmacia, cerca de la vía aérea Ricardo Álvarez, cuando, al unísono, le sorprendió un tremendo alarido.

«¡Ponete pilas, hacés lo que te decimos, o vas a morir!», decía el dúo de pasajeros, despojándose de su fachada de usuarios del transporte y revistiéndose en su realidad de malhechores.

Con esa amenaza encima, al motorista no le quedó más que avanzar con cada indicación forzosa. Llegó hasta la colonia Villeda Morales de Comayagüela y allí, aguardaba otro vehículo, por lo que lo obligaron a bajarse.

Súbito cambio de suerte

Ante tal situación, el hombre aprovechó para intentar escaparse. En ese instante, el menor de edad que acompañaba a Jansseni Suazo sacó su arma de fuego y se cuadró para dispararle por la espalda a la víctima cuantas veces fuera necesario.

Como «buen milagro» en favor del taxista, el arma se trabó. Por lo que, no paró de correr un solo instante y buscó ayuda para reportar lo ocurrido ante el Sistema de Emergencias 911. Lo logró.

Lo que le pasó al señor y su vehículo era nada más el preparativo de una escena macabra que estaba por desarrollarse. Una planificación previa dictaba que ahora se venía el cumplimiento del propósito final.

Una mañana sombría

El día siguiente, a las 6:30 de la mañana, Génesis Yaneth Colindres López, quien tenía 16 años en aquel entonces, se dirigía a su colegio. Hablamos, de manera específica, del Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC).

No es que temía por su vida o a algún asalto, pero no iba sola. Más que nada era la costumbre que tenían los amigos y compañeros de ir en grupo hacia la entidad educativa.

La travesía habitual cambió de ritmo en las cercanías de la calle principal de la colonia El Álamo de Comayagüela. Ya solo faltaban unos 100 metros para llegar al colegio, cuando, de repente, un vehículo tipo taxi se acercó a ellos y se estacionó de pronto.

Sí, se trataba del mismo taxi del acontecimiento de la noche anterior. Prácticamente de inmediato, fueron audibles varias detonaciones de arma de fuego. En el interior del carro, de acuerdo a la versión de testigos, precisamente iban Jansseni Suazo y su compinche.

Velozmente se fueron tras el tiroteo. Sin embargo, con singular destreza, dieron vuelta dirigiéndose con dirección al barrio La Granja; por lo que, pasaron nuevamente por el lugar. Sólo tenían una intención: cerciorarse que Génesis Colindres no tenía posibilidades de supervivencia.

Una vez que lo constataron, huyeron tan rápido como pudieron, de acuerdo a lo que muestra el material obtenido de las cámaras de seguridad ubicadas en la zona.

Vehículo desde donde se cometió el asesinato, una vez que ya estaba en manos de la Dirección Policial de Investigaciones.

Búsqueda de un único consuelo

Génesis sufrió un impacto de bala en su brazo y uno más en su cabeza, que provocó su defunción instantánea. El día siguiente, en un evento multitudinario, se le dio un último adiós.

Su madre lloró amargamente y no paró de preguntarse qué haría sin su pequeña. Su progenitor, igual de consternado, envió un mensaje directo: «Confío en Dios y en las autoridades de que habrán resultados rápido».

Se refería a la única voluntad que estaba más que marcada entre la familia, las amistades, compañeros y demás allegados de la occisa: que se hiciera justicia por el trágico desenlace.

Los restos mortales de la fallecida yacen en el parque fúnebre «Jardines de Paz Suyapa«.

El cadáver de Génesis quedó sobre una acerca, justo enfrente de una pulpería.

Joven, pero acostumbrada a ilícitos…

Tres días más tarde, el 17 de abril, se capturó a Jansseni Suazo. En aquel momento, no se le atribuía el cargo de asesinato en perjuicio de la joven centralista; se le aprehendió por el delito de tráfico de drogas.

De acuerdo a los datos de la Policía Nacional, ella pertenece a la Pandilla 18. Además, tenían noción de que ella se encargaba de la distribución de drogas en el sector uno de la colonia Flor del Campo.

No obstante, la investigación de las fuerzas de seguridad, sumado al relato de testigos, identificó que ella era la sospechosa de haber halado el gatillo contra la difunta Génesis Colindres.

Por lo que, también la procesaron por ese causal. Fue el siete de agosto que, tras una audiencia donde se evacuaron los medios probatorios, un juez decidió dictarle la medida de prisión preventiva.

¡A prisión!

Ahora, este lunes 12 de octubre de 2020, finalizó el proceso penal. A «La Mala» la declararon culpable por el asesinato que conmocionó a Honduras y también por el robo del vehículo que se utilizó.

Según anunció la Corte Suprema de Justicia (CSJ), la condenaron a 20 años de cárcel y ya se informó de la resolución a ambas partes involucradas.

Es oportuno saber que el caso se encomendó a Fiscales de la Sección de Investigación de Muertes de Menores, que están adscritos a la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida.

Dos años más tarde, se hizo justicia en favor de la centralista Génesis Yaneth Colindres López. Ahora su familia podrá tener algún tipo de cierre más digno y, aquel taxista, que por poco pierde la vida, tendrá paz.


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