TEGUCIGALPA, HONDURAS. Tras ser detenido por la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), el candidato presidencial Santos Orellana tendrá su audiencia de declaración imputados este viernes.
Las autoridades también detuvieron a su esposa, Jennifer Bonilla, y su suegra, Reina Lizzeth Bonilla, quienes acompañarán al excapitán en la primera audiencia.
Durante esta primera sesión, las autoridades les harán saber los delitos por los que se les acusa formalmente. Posteriormente, los tres deberán responder cómo se declararan. Esta primera audiencia se desarrollará en el fuerte general Cabañas, en horas de la mañana.
A Santos Orellana y sus familiares los trasladarán desde las oficinas de la ATIC, en donde permanecen recluidos, hasta el cuartel general.
Amigos y simpatizantes llegaron a apoyarlos
Hasta el lugar en donde se desarrollará la audiencia llegaron simpatizantes del Movimiento Independiente Dignidad y Esperanza (MIDE) y amigos del candidato presidencial para apoyarlo.
Desde las afueras del cuartel, los simpatizantes se acercaron a mostrar su apoyo y exigir justicia para su líder político.
Asimismo, expresaron que la captura de Santos Orellana era «grave» para el proceso político que está próximo a desarrollarse.
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La defensa ya está en el lugar
Por otra parte, el abogado defensor de Orellana, Salomón Amador, llegó hasta el lugar para cubrir la audiencia. «Vamos a revisar el requerimiento fiscal, ver en qué consiste y darle pie a la declaración de imputado», manifestó minutos antes de ingresar al cuartel. Asimismo, expresó que espera que las medidas que tome el juez sean distintas a la prisión preventiva.
El equipo de Diario Tiempo intentó contactarse con el Ministerio Público (MP) para obtener más detalles sobre la audiencia, sin embargo, los voceros no brindaron información.
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Detenido por lavado de activos
El excapitán de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), Santos Orellana, fue capturado ayer por la ATIC, sospechoso de lavado de activos.
Junto a Orellana, quien llevaba cargada en brazos a su hija, también detuvieron a su esposa, la abogada Jennifer Bonilla, y a su suegra.
De acuerdo con un comunicado del MP, cuando el excapitán decomisaba drogas o dinero, no reportaba la totalidad la incautación, sino que se quedaba con una parte.
Asimismo, según la Fiscalía, las armas decomisadas las llevaba a un grupo delictivo denominado ZIPE, el cual opera en La Ceiba. Esta información se adquirió por medio de las declaraciones de un testigo protegido de Brus Laguna, Gracias a Dios, dice el texto.
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