TEGUCIGALPA, HONDURAS. Es hasta tres semanas después de que se aplica la vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca que la misma comienza a brindar protección, manifestó Marco Tulio Medina, científico hondureño.
Por tanto, explicó que una persona que ya recibió las inyecciones no está a salvo de un peligro mortal, a menos de que ya haya pasado el tiempo en mención.
Medina mencionó que el antídoto reportó una efectividad del 77 por ciento tras el proceso de inoculación. «Quiere decir que los hondureños que hace tres semanas se aplicaron la misma vacuna ya tienen una protección de ese porcentaje», expresó.
Asimismo, apuntó que la probabilidad de que la vacuna de la farmacéutica inglesa produzca en algún momento coágulos, trombosis o algún efecto similar en el beneficiado es un efecto «muy inusual«.
Medina concluyó refiriéndose a que Honduras ya inició con la aplicación de la vacuna rusa Sputnik V. Destacó el acontecimiento -aunque nada más han llegado seis mil dosis- pues reiteró que tiene una eficacia de un 92 por ciento.
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Incidencias mortales
Según las autoridades sanitarias, un total de cuatro personas que recibieron la primera dosis de la vacuna inglesa han muerto en Honduras.
El dato lo confirmó Carlos Umaña, presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), quien comentó que tales incidencias «deben llamar la atención«.
Por la problemática, el médico radicado en San Pedro Sula instó a que las 48 mil personas que ya cuentan con la primera dosis sean priorizadas para completar la inmunización con las vacunas que llegan en mayo.
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