HONDURAS. El municipio de La Lima, el más afectado por los fenómenos Eta e Iota, denominado «zona cero» de la destrucción, comienza a reactivarse, pero, ahora, los ciudadanos denuncian que les cobran diariamente por vender en sus puestos improvisados.
La economía de este lugar poco a poco se está recuperando. Los limeños limpiaron y reabrieron sus negocios, con la esperanza que, en temporada de Navidad, pueden obtener buenos ingresos.
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Algunos que no tiene un local decidieron colocarse a orilla del parque central. Los comerciantes pusieron unas carpas y exhibieron sus productos. Sin embargo, denunciaron que la Alcaldía Municipal les está cobrando, diariamente, L200 por permanecer allí y vender.
Una damnificada que trata de levantarse y está instalada en una carpa, dijo a un medio de comunicación que la única ayuda que ha tenido para continuar es de los proveedores, quienes les otorgan «crédito sobre crédito». Pero, «Lastimosamente La Lima está vacía y no hemos vendido nada».
«Balde de agua fría»
Con las ventas bajas, la noticia del cobro de L200 cayó como balde de agua fría para los comerciantes. En La Lima casi no hay personas, porque, en su mayoría, los habitantes se movilizaron hacia San Pedro Sula, Choloma, o El Progreso.
«Nos cayó ese balde de agua fría. Son L200 que tal vez yo le puedo llevar de comer a mis hijos donde yo los tengo, en San Pedro, pero es orden del señor alcalde«, expresó la limeña.
Los limeños consideran injusta la acción de la Municipalidad, porque tienen meses sin trabajo y el producto para vender lo consiguieron por créditos. Lo único que desean es levantarse.
«Nosotros somos damnificados. Incluso yo ni he entrado a la casa a ver, porque perdimos todo y estamos haciendo la lucha acá», detalló un comerciante.
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