LA ENTREVISTA | Ismael Santos, el administrador industrial de negocios y jugador del Real Minas

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Entrevista Ismael Santos
Ismael Santos, licenciado y defensor central, alcanzó su título universitario mientras jugaba en primera división con el Real de Minas.

TEGUCIGALPA, HONDURAS. Muchas personas que deciden ser deportistas de élite optan por dejar de lado sus metas académicas y enfocarse plenamente en ser profesionales de su deporte.

Otros, por el contrario, no pueden llegar a la meta y deciden continuar sus estudios olvidándose del sueño de estar en los estadios y terrenos de juego.

Ninguno de estos es el caso del futbolista de Real de Minas, Ismael Santos. El defensor central de 24 años de edad, además de jugar en primera división del fútbol hondureño, finalizó su licenciatura universitaria hace casi un año.

El exjugador de Olimpia y Lobos UPNFM, charló con Diario Tiempo Digital acerca de su carrera en el fútbol profesional y cómo ha logrado cumplir sus metas deportivas y convertirse en administrador industrial de negocios a la vez.

Originario de Tegucigalpa con raíces de Choluteca, Santos es un ejemplo de que con responsabilidad y orden, cualquier objetivo por difícil que parezca, puede ser alcanzado.

A continuación, las preguntas y respuestas íntegras de la entrevista con Tiempo Digital.

¿Cómo fue tu infancia?

Mi infancia fue muy tranquila y desde muy pequeño estuve metido en el deporte. Desde los cinco años estudiaba y practicaba en una academia de Carlos Prono.

¿Desde cuándo quisiste ser futbolista profesional? ¿Por qué te gustó el fútbol?

Empecé con un equipo federado llamado Recreativo y luego pasó a ser llamado Racing. Después, cuando tenía como 10 o 11 años, pasé a Fuerzas Básicas Olimpia (FBO) y desde ahí decidí ser futbolista profesional.

Me gustó el fútbol porque miraba muchos partidos los fines de semana, ahí siempre miraba a los grandes jugadores de Liga Nacional y de Europa, porque mi familia es muy futbolera. Eso y que mis padres me metieron a una academia desde los cinco, hizo que me gustara poco a poco.

¿Qué entrenadores marcaron tu infancia?

Alex Godoy, Juan Carlos Godoy, Raúl Cáceres, Ricardo Taylor (QEPD), José Valladares y Marlon Reina. Siempre le saqué lo mejor a cada uno de ellos.

Los futbolistas siempre reciben un apodo en los equipos, ¿te llaman de otra forma tus compañeros?

Apodo en sí no tengo. Para acortar el Ismael siempre me han dicho «Isma«, pero ahorita en el equipo me dicen «viejo Isma» porque así nos tratamos dentro.

¿Cómo reaccionaste cuando te enteraste que ibas a debutar en primera división? ¿Recuerdas el partido y el momento?

Ese debut lo estuve esperando bastante tiempo y mi reacción fue de mucha alegría, lo primero que hice fue compartirlo con mis papás.

Había estado en Mundiales Sub-17 y Sub-20, así que no era nuevo jugando, ya tenía un poquito de recorrido en partidos internacionales sobre todo.

Sentí un sueño más cumplido, sabía que no era fácil debutar en un equipo grande como Olimpia.

Mi debut fue contra Honduras Progreso en El Progreso, ellos tenían un equipazo y estaban peleando los primeros lugares. Jugué contra «Ñangui», Owen y Tejeda, en estadio lleno, porque donde va Olimpia siempre va mucha gente.

¿Qué te dijo Héctor Vargas, tu director técnico en aquel momento?

Me dijo que estuviera tranquilo y que estaba preparado para ese momento. Me recordó que no era ningún novato y que aprovechara los minutos que me estaba dando.

Hablando de la Selección Nacional, ¿Qué sentiste al representar a Honduras en los mundiales juveniles? ¿Qué importancia tienen esos mundiales en tu vida?

Representar a Honduras es los mundiales juveniles es un orgullo. Fue el resultado de un esfuerzo y sacrificio que hicimos con mi familia, porque hacer el proceso de selecciones llevando la parte académica al lado no fue fácil.

Esos mundiales son lo mejor que he hecho en mi corta carrera. Representar a Honduras es lo mejor y lograr estar en cuartos de final durante el Mundial Sub-17 me hizo parte de un momento histórico.

¿Imaginaste estar más tiempo en Olimpia?

Sí, uno espera estar más tiempo en un equipo grande como el Olimpia. Al final, cuando me ofrecieron salir a préstamo no lo pensé, porque había mucha competencia en mi puesto.

Estaban Fabio de Souza, Johnny Palacios, Israel Fonseca, Bryan Johnson y hasta Frank Arévalo. Para uno que estaba joven era difícil competir, así que me fui a préstamo para sumar experiencia y minutos.

¿Cómo te has sentido en Real de Minas? ¿Sientes que puedes estar mucho aquí?

Me siento super bien. Ya tenía muchos conocidos en Real de Minas con los que ya había sido compañero.

Estoy agradecido con la institución que me abrió las puertas para seguir jugando. No dudé cambiarme de Lobos UPNFM acá.

¿Fue un error ir a Lobos UPNFM?

Uno siempre llega a un equipo con la mentalidad de aportar y de seguir creciendo como jugador y persona. Siento que no me dieron mucho la oportunidad de jugar, pero así le pasó a Carlos Pineda o Mayron Flores.

Pude haber dado más en ese equipo.

¿Quisieras volver a Olimpia algún día?

Sí, uno trata de hacer las cosas bien para volver a un equipo grande en algún futuro. Este ya puede ser Olimpia, Motagua, Real España o Marathón.

¿La Selección Nacional es una meta en tu carrera?

Sí, claro que sí. Todo jugador debería proponérselo.

Estar en la Selección Mayor debe ser lo máximo. Estuve en Sub-17, Sub-20 y Sub-23; la Selección Mayor me quedaría pendiente, espero hacer las cosas bien para recibir ese llamado.

¿Cómo fue combinar tu carrera deportiva con tus metas académicas?

No fue nada fácil, pero claro que se puede hacer. Hay que poner máxima dedicación a ambas cosas, ser ordenado y aprovechar bien el tiempo.

Gracias a Dios lo pude hacer, eso sí, requiere un sacrificio porque no tenía tiempo para nada más. Estuve muy enfocado en las dos cosas.

Ganar una Liga Nacional nuevamente o debut en Selección Mayor, ¿qué prefieres?

Es inolvidable ganar un título, pero es mejor ganarlo jugando todos los partidos. Creo que de momento prefiero Selección Mayor porque todos soñamos con eso, algún día lo voy a lograr.

Eres licenciado en administración industrial de negocios, ¿piensas ejercer tu licenciatura algún día?

La verdad sí pienso ejercer algún día. El fútbol es pasajero, hasta los 35 y 36 años si el jugador se cuida, se alimenta bien, si rinde… Hay varios factores claves para llegar a los 36 años, pero con 36 queda una vida por delante por eso pienso ejercer algún día.

Con el tiempo que me sobra me gustaría un trabajo de medio tiempo para también ir sumando experiencia laboral.

¿Cuál es tu mayor sueño o anhelo?

Regresar a un equipo grande varios años, salir al extranjero, estar en la Selección Nacional jugando eliminatorias y jugar una Copa del Mundo.

¿Qué importancia han tenido tus padres en tu carrera y en tu vida?

Son personas muy importantes y fundamentales por el apoyo que me han brindado. Siempre me inculcaron llevar las dos cosas a la par, lo académico y lo futbolístico, ellos me metieron a este mundo y siempre me han apoyado en los buenos y no tan buenos momentos.

Ellos siempre me dan ese empujón para salir adelante.

¿Te ha dado alguna ventaja en tu vida deportiva estar bien preparado académicamente?

Sí, hay varias ventajas. Uno sabe cómo manejar los grupos porque todas las personas son diferentes, con opiniones y mentalidades diferentes.

Uno sabe cómo llegar a las personas y asimilar las instrucciones de un entrenador.

Incluso, en la vida personal, porque un jugador tiene fama y una persona que no está preparada académicamente y que no tiene buenos consejeros anda «en las nubes» siempre.

Lo académico es fundamental en todo, hasta en la vida de un jugador. Los equipos deben ayudar a los jugadores a que estudien.

¿Cómo te definirías como persona?

Una persona tranquila y sencilla. Trato de ser responsable en todo lo que hago y aprovechar bien el tiempo. Por todo eso pude llevar el fútbol y la academia a la par.

¿Qué le recomendarías a un adolescente o niño que desea convertirse en futbolista?

Que no se dé por vencido, que siga trabajando y que siga luchando por ser mejor día a día. La perseverancia es fundamental, porque el mundo del fútbol no es tan fácil como se ve de afuera, como en todos lados hay injusticias.

No hay que bajar los brazos porque está la recompensa.

No debe descuidar la parte académica porque la educación es lo mejor que un ser humano puede tener.


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