TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una joven murió este martes en el departamento de Comayagua, zona central de Honduras, luego de sufrir un fuerte susto que derivó en un paro respiratorio.
Milka Celeste Acosta estaba escuchando música en su casa de habitación, ubicada en el barrio La Independencia. De repente, y como es frecuente con la Empresa Energía Honduras (EEH), se cortó la energía eléctrica en la comunidad.
Minutos más tarde, ella pasó cerca de su equipo de sonido. Justo en ese instante, el servicio energético regresó, lo que provocó que el dispositivo se reiniciara de forma súbita y a todo volumen.
El sonido estridente le generó un fuerte sobresalto y también un ataque nervioso. La situación empeoró con el paso de los minutos y pasó a tener un paro respiratorio; por lo anterior, la familia la llevó a un centro asistencial de la ciudad.
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Lucha en vano
En ese recinto médico se le practicó maniobras de auxilio; incluso, se le colocó un tubo de plástico en la tráquea para que sirviera como una vía respiratoria. Eso permitió que le adaptara un ambú, que es un instrumento médico para ventilar manualmente a pacientes que no pueden respirar apropiadamente por sí mismos.
Sin embargo, el esfuerzo de los doctores no surtió efecto. Tiempo más tarde, se le informó a los parientes que la joven había fallecido.
Posteriormente, se procedió al traslado de sus restos mortales a su hogar; en el mismo vecindario se llevó a cabo el respectivo velatorio.
Según información provista por una amiga cercana de la joven, ella padecía de convulsiones desde su infancia. Por tal razón, ella se mantenía bajo un tratamiento controlado y era propensa a ataques.
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