TEGUCIGALPA, HONDURAS. A más de un año y cuatro meses de la muerte de la joven Keyla Martínez, su madre Norma Rodríguez, lamenta que el caso no se haya esclarecido y los presuntos responsables sigan laborando como si nada hubiese ocurrido en el sector occidental del país.
La dolida madre reprochó que solo uno de los implicados esté detenido y que estén buscando la manera de dejarlo en libertad lo más pronto posible.
«Hasta el momento el único detenido es Jarol Rolando Perdomo Sarmiento, encargado de llaves de la posta donde murió mi hija. Además a quien le cambiaron el delito de feminicidio agravado a homicidio simple con el objetivo de dejarlo libre pronto. Y al subcomisionado Melvin Alvarenga solo se le investigó», expuso.
Seguidamente, Rodríguez aseguró que los demás responsables continúan trabajando en La Esperanza, Intibucá. «Yo los he visto, ahora solo se pretende juzgar a Jarol para cerrar el caso, es una burla por parte de los cuerpos de seguridad del Estado», cuestionó.
Rodríguez comentó que el juicio contra el oficial Jarol Perdomo está programado del 22 al 29 de septiembre en La Esperanza.
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Confiesa continuar bajo amenazas
Además, la madre de Keyla denunció que, pese a que miembros de su familia huyeron por amenazas, todavía reciben llamadas de los sicarios.
Contó que «el año pasado a mis hermanos les llegaban notas. Ellos tuvieron que huir a Costa Rica y allí igual les llegaron notas, diciéndoles que ya dejaran el caso por la paz. Les dijeron ya dejen esa borracha descansar en paz, si no los vamos a ir a buscar a Costa Rica, ya sabemos que están allí».
Caso de Keyla Martínez
La muerte de Keyla fue reportada a las 2:55 de la mañana del domingo 7 de febrero del 2021 luego de haber permanecido dentro de una celda de La Esperanza, Intibucá.
Todo inició la noche del 6 de febrero cuando varios policías capturaron a la joven junto a un «amigo», médico de profesión, por andar en la calle a altas horas de la noche.
Los policías dividieron a los detenidos en celdas diferentes y durante Keyla estaba bajo custodio policial habría fallecido.
Según versiones de las autoridades que estuvieron con Keyla, ella habría usado su camisa para cometer un suicidio y la llevaron aún con vida al hospital, pero falleció. Aseguraron que ella ya los había amenazado de quitarse la vida si no la sacaban de la celda.
Sin embargo, la versión del hospital que remitió su deceso contradice con lo dicho por los uniformados pues informó que ella ya había llegado sin signos vitales.
El hecho ha causado la frustración de su familia, amigos y demás población que a más de un año de su muerte esperan se haga justicia.
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