TEXAS, ESTADOS UNIDOS. Fernando José Redondo Caballero era un joven amante del fútbol, con un futuro por delante y tenía sus raíces en Las Vegas, Santa Bárbara.
No obstante, todos sus sueños y metas se vieron detenidos, luego de que se confirmó que él era uno de los hondureños que fallecieron al interior de un tráiler en San Antonio, Texas.
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Redondo Caballero iba acompañado de su hermano, Alejandro Miguel Andino Caballero y su cuñada, Margie Tamara Paz Grajera. Todos iban buscando una mejor vida y mayores oportunidades en el país norteamericano.
En su perfil de Facebook, el joven hondureño tenía como biografía: «Soy un infiltrado de Jesucristo en el fútbol, en cualquier circunstancia estoy bendecido».
Asimismo, compartía muchas fotografías de cuando estaba entrenando en el campo o en partidos que ganaban con su equipo.
«Vuelen lo más alto, Dios les reciba allá donde solo existe paz y amor, mientras aquí en la mortalidad, les extrañaré y recordaré. Muy destrozado y me duelen mucho. Les querré siempre amigos queridos», comentó en redes sociales un ciudadano.
La madre de Fernando y Alejandro Caballero tuvo una entrevista en Hable Como Habla (HCH), donde lamentó que uno de ellos estaba a punto de convertirse en profesional y mencionó que un factor que inspiró su viaje, es la falta de oportunidades laborales.
Igualmente, ella indicó que los jóvenes salieron de Honduras, el pasado 4 de junio.
Por otro lado, manifestó que sus hijos «tenían sueños y aquí, no se iban a cumplir». Ella manifestó que es triste ver que muchachos preparados nunca tengan la oportunidad de sobresalir.
«Vimos una oportunidad para que ellos tuvieran una mejor calidad de vida. Toda la noche estuve hablando a hospitales y con diferentes cónsules para buscarlos«, relató Caballero.
La ONU pide justicia para migrantes muertos
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), hicieron una solicitud este miércoles para pedir que no quede en la impunidad el caso del tráiler con más de 50 migrantes muertos.
Ambas organizaciones han expresado que no es posible que tantas personas que buscaban un mejor futuro hayan muerto en condiciones tan inhumanas. Recalcaron que no será la última ocasión en la que migrantes ven truncados sus planes por la culpa de traficantes de personas.
«Esta no es la primera ni será la última tragedia de este tipo, ya que los traficantes de personas siguen aprovechándose de los migrantes», afirmó la directora regional de la OIM para América Central, Michele Klein-Solomon.
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