CORTÉS, HONDURAS. De forma reiterada, las autoridades penitenciarias reportan que algunas personas intentan ingresar droga a los centros penales, utilizando diferentes métodos y tratando de esquivar los controles de seguridad.
No obstante, aseguran que la mayoría cae, pero ¿qué ocurre con ellos? ¿Son principalmente parejas de los reos quienes realizan estas actividades? ¿Reciben amenazas?
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Para conocer más sobre este tema tan controversial, Diario TIEMPO se contactó con Digna Aguilar, vocera del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
Ella reveló que las féminas son quienes mayores visitas realizan a las prisiones hondureñas, especialmente, son hermanas, madres o parejas de los privados de libertad.
Sin embargo, también se presentan estos hechos en hombres y en el propio personal que llega a prestar servicios a las prisiones.
Por otro lado, precisó que ellos tienen controles estrictos en las cárceles, como rayos X, para evitar que se ingrese no solo droga, sino todo objeto que sea peligroso o esté prohibido, pues en ocasiones han hallado cuchillas o alcohol.
«En los establecimientos de máxima seguridad las detenidas son mujeres. En los centros regionales se ha reportado el caso de hombres que a través de materiales (madera), comida u otros pretenden enviar droga, específicamente marihuana», detalló Aguilar.
¿Cuál es el método que más utilizan?
Asimismo, la portavoz explicó cuál es el proceso que siguen cuando encuentran a una persona tratando de ingresar con droga oculta.
«La autoridad del centro penitenciario y la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), ponen a la orden de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y el Ministerio Público (MP) a la persona», manifestó.
Aguilar además externó que el método que más utilizan para tratar de esquivar la seguridad, es llevar la droga en las partes íntimas, pero también lo hacen en frutas, calzado, madera, en baldes de pintura y hasta jabón en barra.
Empleados también ingresan droga
La vocera también contó que generalmente las personas que ingresan droga lo hacen por la familiaridad con algún prisionero, pero igualmente han encontrado algunas que dicen ser amenazadas o que les han ofrecido dinero por hacer esto.
Sumado a eso, compartió datos de este año 2022, con respecto a las personas que han capturado en esta situación. «Al menos 80 personas han sido detenidas hasta el mes de septiembre», aseguró Digna.
No obstante, prosiguió diciendo que esos no eran todos, pues aún quedaban pendientes sumar más casos, de los días que lleva octubre. «Entre esos, hay 24 funcionarios o empleados, personas que prestan servicios en centros penitenciarios», profundizó.
Amenazadas de muerte
El subcomisario Cristian Nolasco, vocero de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), habló de igual manera con Diario TIEMPO sobre este tema.
«Las requisas de las mujeres son un poco más complicadas. Si la droga la entregan voluntariamente solo se levanta un acta, no se procede al registro, pero sí hay motivos fundamentados, se hace», explicó.
Por otra parte, el portavoz mencionó que según los reportes, quienes mayor ingresan droga a las cárceles son novias, esposas, madres o amantes de los privados de libertad.
«Lo hacen por el sentimiento y porque le venden un mundo mágico a la persona, les dicen que les ingresen la droga porque les van a dar beneficios, se los venden disfrazado», externó.
El subcomisionado también manifestó que hay otro lado, aquellos que son amenazados y obligados a meter la droga a las cárceles.
«Les dicen que si no lo hacen les va a pasar algo, a sus hijos o familia, les dicen que ya saben donde viven y que saben todo de ellos, lo tienen que hacer porque si no se mueren. Utilizan más a las mujeres porque son menos sospechosas», determinó.
¿Cómo denunciar?
Para finalizar, el oficial aseveró que si alguna persona está pasando por esta situación debe realizar la denuncia antes. Afirmó que una vez les encuentren lo que llevan oculto, pueden dar varios argumentos y siempre seguirán el proceso por tráfico de drogas.
Las mujeres amenazadas por sus cónyuges pueden denunciar a la unidad de Derechos Humanos del INP, así como ir a la Fiscalía Especial de la Mujer. Ahí, trabajan en un informe y este se manda a las autoridades para proceder con la respectiva investigación.
Si a un recluso lo encuentran cómplice de ingreso de droga al predio penitenciario, se le inicia un nuevo proceso, lo que implicaría salir más tarde de prisión. También lo aíslan del resto de sus compañeros o lo trasladan a otra cárcel.
