TEGUCIGALPA, HONDURAS. En las últimas horas se confirmó la muerte de Virgilio Cruz, uno de los obreros que habían quedado soterrados en una construcción en la colonia Monseñor Evelio Domínguez del municipio de Sabanagrande, Francisco Morazán.
Víctimas
Fue al mediodía de ayer, jueves, cuando cuatro obreros se encontraban trabajando en una construcción, pero en cuestión de segundos los hondureños fueron sorprendidos por un derrumbe. El alud de tierra dejó soterrados a tres de los presentes.
Rápidamente, el Cuerpo de Bomberos llegó al lugar para rescatar a los obreros y lo lograron. Los tres pudieron salir pero Miguel Ángel Espinoza, quien fue el que más tiempo estuvo soterrado, se convirtió en la primera víctima.
Según la portavoz del Hospital Escuela, Julieth Chavarría, el segundo de los obreros, Virgilio Cruz, fue hospitalizado en horas de la tarde de ayer. Estuvo internado, se le brindó atención médica y luego sus familiares se lo llevaron a su casa.
Pero, Chavarría manifestó que hoy por la mañana, Cruz regresó al centro hospitalario con una salud deteriorada. Al hombre se le intentó salvar la vida, pero en horas de la tarde, se reportó que había fallecido.
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Con las muertes de Espinoza y Cruz, queda un único sobreviviente, se trata de Fabricio Cruz, quien es hermano menor de Virgilio. Según las autoridades de Salud, el tercer obrero se encuentra estable, pero tiene una fractura en su brazo derecho.
¿Cómo fue el rescate?
El Cuerpo de Bomberos en conjunto con ciudadanos, miembros de la Policía Nacional y de la Cruz Roja rescataron a los tres hombres que quedaron bajo tierra, mientras realizaban un agujero para la pila de una cisterna, explicaron.
Miguel fue el último que sacaron e hicieron todo lo posible por salvarle la vida, incluso, dándole los primeros auxilios con oxígeno para mantenerlo estable, según muestran las imágenes; sin embargo, minutos más tarde, pereció.
Mientras tanto, Fabricio y Virgilio, ambos de apellido Cruz, fueron trasladados hacia un hospital de Tegucigalpa, donde fallecería horas más tarde Virgilio.
El cuarto obrero mencionó que salió ileso porque él estaba retirado realizando otras labores; no obstante, dijo salvarse «de milagro», porque cuando él se aprestaba a entrar, empezó a caer la tierra.
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