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viernes, abril 26, 2024

Hondureña escala las siete cumbres más altas de Centroamérica

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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Rosibel Cruz Aguilera es una hondureña que se ha puesto como meta llevar el nombre de Honduras hasta lo alto, literalmente, y lo está logrando.

Esta licenciada en Administración de Empresas descubrió su pasión por el montañismo y emprendió una aventura que la hace destacar.

De acuerdo a lo relatado por la joven, su pasión comenzó con las carreras de calle y después pasó a las carreras de montaña. Las cuales le causaron mucho entusiasmo y la llevaron a sumarse a competencias nacionales.

Además ha competido en carreras internacionales como la Media Maratón de París, la Ultra Maratón Somomil de Guatemala y de El Salvador. Estas carreras le han hecho darse cuenta que el montañismo es su pasión.

La hondureña ha hecho del montañismo su pasión.
La hondureña ha hecho del montañismo su pasión.

Subió las 7 cumbres más altas de CA

Hace dos años aproximadamente, Rosibel emprendió su aventura de recorrer los senderos de Honduras como La Tigra, Cerro Cimarrón, Uyuca, Triquilapa, Cascada Bejuco Pico Bonito, entre muchos más.

Sin embargo, la verdadera aventura extrema comenzó cuando la joven se propuso subir las siete cumbre más altas de toda Centroamérica.

Al inicio, su meta era lograr el Top 3 de las montañas más altas de Honduras, pero al lograrlo, se dio cuenta que el siguiente reto era toda la región centroamericana:

  • Las Minas, Honduras, a 2,849 metros sobre el nivel del mar (msnm)
  • Mogotón, Nicaragua, a 2,107 msnm
  • El Pital, El Salvador, a 2,730 msnm
  • Volcán Tacaná, Guatemala, a 4,092 msnm
  • Volcán Tajumulco, Guatemala, a 4,222 msnm
  • Cerro Chirripó, Costa Rica, a 3,820 msnm
  • Volcán Barú, Panamá, a 3,475 msnm
Rosibel lleva su bandera hondureña a donde vaya.
Rosibel lleva su bandera hondureña a donde vaya.

Rosibel ahora va por un desafío más grande, escalar los puntos más altos del continente americano, entre ellos Aconcagua, uno de los retos más difíciles de América y que hasta ahora solo dos hondureños han podido lograr.

«Se siente maravilloso, poder ser embajadora de mi Honduras, en otras tierras y promover mi bello país. Recuerdo aún a muchos extranjeros, preguntando por mi bandera, y sorprendidos de saber sobre la belleza, riqueza cultural y exuberante naturaleza de nuestra tierra. Honduras en las alturas, pero sobre todo, en el corazón», comentó.

De acuerdo a esta aventurera hondureña, su sueño es dejar una huella positiva y poder ser un ejemplo para aquellas personas que tienen metas.

El contacto con la naturaleza y los bellos recorridos hicieron que Rosibel se enamorara.
El contacto con la naturaleza y los bellos recorridos hicieron que Rosibel se enamorara.

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