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jueves, marzo 28, 2024

«Estamos condenados»: Honduras, el basurero de Guatemala

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CORTÉS, HONDURAS. El acecho de la basura es constante en las playas hondureñas, las cuales reciben toneladas de desechos. Este ha sido un problema que cada año se agrava más y en lugar de disminuir sigue aumentando considerablemente, reportan los pobladores.

Son cientos de promesas que han quedado incumplidas, acuerdos que no pasan de un papel o de un discurso. La basura que llega directamente del país vecino de Guatemala es la némesis del territorio nacional.

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Basta con llegar a las orillas de las playas, tanto de Omoa como Puerto Cortés, que son las principales afectadas, para constatar que los desechos no paran de acercarse. Recorren diferentes municipio chapines, pasan por el río Motagua y finalmente llegan a Honduras, afirman las personas de esos municipios.

Aparte, con las temporadas lluviosas los desechos además de llegar más rápido vienen en más toneladas, según señalan los expertos. Todos estos sedimentos, no solo quedan en las orillas, sino que permanecen en los arrecifes e incluso hasta en manglares.

Las secuelas se ven en el ambiente, en las comunidades, así como en el turismo. Otros que se ven dañados directamente con este problema son los dueños de negocios. 

Los desechos no paran de llegar y las soluciones no han llegado.
Los desechos no paran de llegar y las soluciones no han existido, afirman ciudadanos de esas zonas.

Diario TIEMPO se contactó con un propietario del restaurante «El Pelicano», ubicado en Omoa. Él indicó que ha sido sumamente difícil para todos los dueños de negocios enfrentar el problema de la basura.

Sumado a ello, precisó que muchas veces no solo les ha tocado contratar personal para que limpien las playas, sino que también tienen deben alquilar equipo, como retroexcavadoras, para que muevan las cantidades de desechos que llegan del río Motagua.

«Esto ha generado para nosotros un costo económico bastante grande. Aparte del impacto visual que causa en los turistas, que a veces están en las playas disfrutando cuando aparece esa basura», contó.

De igual forma, aseveró que han tenido pérdidas en la clientela. Asimismo, expresó que el tema de los desechos es algo que les afecta a ellos directamente y a todo lo demás que está en las costas.

«Nos hace perder tiempo, nos ahuyenta los clientes, perdemos económicamente. Entonces nuestros negocios van en decaimiento, porque con la parte que podríamos mejorar en infraestructura para que nuestros negocios se vean mejor, lo estamos invirtiendo en recoger basura», explicó.

Los dueños de negocios piden a las autoridades de ambos países tomar medidas contundentes.
Los dueños de negocios piden a las autoridades de ambos países tomar medidas contundentes.

Por otro lado, añadió: «Estamos resignados a que vamos a tener que estar luchando contra ese fenómeno que es causada por la mano del hombre». Al mismo tiempo subrayó que el tipo de basura que llega no es producida por la naturaliza, sino que son bolsas, botellas, y hasta corchos.

«Nos sentimos muchas veces como que estamos condenados a vivir limpiando nuestras playas, porque sí se han hecho gestiones pero sentimos que nada se ha hecho. La basura sigue llegando y seguimos invirtiendo en limpieza», detalló.

A lo anterior, agregó que las autoridades han hecho muy poco. Además, desconocen si es porque no han hecho las gestiones correspondientes a nivel internacional o es que las autoridades hondureñas solo hacen «show» diciendo que harán algo y lo único que buscan es protagonismo.

La basura en la orilla de la playa ahuyentan a las personas.
La basura en la orilla de la playa ahuyentan a las personas.

«Es preocupante porque significa que estamos indefensos, sin tener quien responda por esta situación que se está dando», manifestó. El hondureño externó que los desechos que más presentan el mayor problema son los de plásticos, de hospitales, entre otros.

«Porque los demás como hojas de árboles, troncos, eso se saca, es biodegradable y hasta se puede quemar», aclaró. Para finalizar, el entrevistado hizo un llamado a las autoridades guatemaltecas, para que pongan manos a la obra de una vez por todas, y a las hondureñas, para que realmente pongan un empeño en la solución del problema.


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