SAN SALVADOR, EL SALVADOR. El empresario Nayib Bukele juró este sábado como presidente de El Salvador, para un mandato de cinco años, en una sesión de la Asamblea Legislativa celebrada.
La asunción al poder del nuevo mandatario se llevó a cabo en una céntrica plaza capitalina con la presencia de delegaciones de 83 países.
«Con la ayuda de Dios nuestro país saldrá adelante», fueron una de las palabras que expresó en su discurso como nuevo presidente. Al tiempo que instó a «heredar un mejor país para las futuras generaciones».
Asimismo, agrego que «por primera vez en la historia tendremos un gabinete de igual número de mujeres como de hombres».
Bukele, de 37 años, fue juramentado por el presidente de la Asamblea, Norman Quijano. A las 10:20 locales (16:20 GMT) una emotiva multitud lo ovacionó con un intenso aplauso y con el grito de «sí se pudo».
El inicio de la gestión de Bukele «supone un gran reto» y tendrá que responder rápidamente a grandes expectativas con funcionarios de poca experiencia. Así lo estipula un artículo de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).
Para el analista Mauricio Choussy, con el nuevo presidente se inicia una nueva era; dejando para la historia la llamada «alternancia política» entre derecha e izquierda, con lo cual «la democracia se fortalece».
El nuevo mandatario rompió el bipartidismo de la derechista Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, (1989-2009) y del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, (2009-2014). Los partidos responsables de firmar los acuerdos de paz de 1992 que finalizaron la guerra civil de 12 años.
Desafíos a enfrentar
El empresario «millenial», que fue alcalde de San Salvador, tiene como prioridad en su gestión de cinco años. La cual consiste en contener a las pandillas que reclutan a los jóvenes y viven de la extorsión y venta de drogas.
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El Salvador se mantiene como uno de los países sin guerra más violentos del mundo con un promedio de 51 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2018. Estos, en su mayoría son atribuidos a las pandillas que tienen unos 70.000 miembros de los cuales casi 17.000 están encarcelados.
Asimismo, hay una gran expectativa por el rumbo económico que pueda brindar Bukele para atraer inversión extranjera. Se espera que genere trabajos para una población que en los últimos años tuvo como principal salida emigrar a Estados Unidos.
«Los salvadoreños demandan la creación de fuentes de empleo, aumento de los salarios, reducción de la pobreza y disminución del costo de la canasta básica», agregó la UCA.
Bukele señaló que promoverá la instalación de una comisión contra la corrupción, similar a las que existen en Guatemala y Honduras. Para ello, pidió apoyo a la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas (ONU).
