Redacción.- «Él pidió auxilio cuando se estaba ahogando, yo reaccioné para sacarlo con vida, pero lastimosamente no pasó así»; ese es el testimonio del hondureño que intentó rescatar a otro compatriota en Valencia, España, y que murió ahogado mientras lo bautizaban.
Se trata de Carlos Alberto Zúniga Ferman, de 39 años, originario del barrio Buenos Aires, en Tegucigalpa. Tenía seis meses de haber migrado a España.
Según se conoció, la pastora Argentina Peña, tras celebrar el bautizo de Alberto Zúniga y otro hondureño identificado como Noé Trochez, ingresaron al río para bañarse, sin imaginar que minutos después ocurriría la tragedia.
Noé, quien también es miembro de la iglesia a la que el hondureño asistía, reveló a HCH que antes de que su compañero se ahogara le pidió que no lo dejara y que le ayudara a salir con vida del río.
Sin embargo, dijo que debido a que en el fluvial hay una corriente que forma un remolino, no pudo rescatarlo.
«Recuerdo que él me dijo no me dejes, yo le dije ‘tranquilo, Carlos, que yo te voy a sacar’ pero fue difícil. Por la falta de oxígeno perdí fuerzas. El río tiene una corriente que forma un remolino y al mismo tiempo un remanse, entonces él se distanció un poco y cayó a lo profundo, yo lo ayudé, pero quedamos inconscientes los dos debajo del agua, pero recuperé fuerzas y pude salir a flote y ahí ya no lo pude ver a él», relató el catracho.
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Congregación de la iglesia está dolida
Por su parte, la pastora Argentina Peña comentó que el accidente los ha marcado como iglesia de una manera negativa, debido a que la actividad religiosa se convirtió en tragedia.
«Siento mucho por la familia del hermano Carlos, nosotros la estamos pasando mal, la congregación de la iglesia está dolida porque él se dio a querer con todos, tenía un buen testimonio y carisma como cristiano», destacó.
En ese sentido, aseguró que ya hacen todas las diligencias posibles para repatriar el cuerpo del hondureño.
Asimismo, relató que al momento que Carlos perdió la vida ella estaba en un bar ingiriendo alimentos cuando recibió una llamada notificándole que el catracho se había ahogado.
«Como pastora siento un dolor bien grande, no me puedo imaginar como ha de estar la mamá del hermano Carlos», finalizó el religiosa.
Hasta el momento el cuerpo del malogrado hondureño permanece en una de las morgues de la ciudad de Valencia, España.
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