CORTÉS, HONDURAS. La noche del sábado el ex futbolista hondureño Julio César «Rambo» de León se vio involucrado en el atropellamiento de una persona en Choloma, y de inmediato, en las redes sociales comenzaron a circular comentarios como «Otra vez» y «Ya es el segundo», pero, ¿de verdad es así?
Y es que, los internautas comenzaron a decir que años atrás «Rambo» le había quitado la vida de la misma forma a un muchacho. De hecho, sí estuvo arrestado por varias horas, pero él, durante un vídeo que grabó en 2020, aseguró que ese suceso anterior no fue su responsabilidad, sino que «me acusaron».
El antecedente del exjugador ocurrió en 2001, coincidentemente también en Choloma. La víctima fue un jovencito, quien murió luego de ser embestido por un automóvil en el bulevar del Norte.
«A mí me acusaron de haber matado un chico en 2001, y casualmente, cuando el chico lo atropellan, yo estaba con el Olimpia en Choluteca, anotándole un gol al Broncos. Me acusaron de haber matado ese día y a esa hora a ese chico, qué casualidad» , manifestó él.
«Fue maldad»
Según «Rambo», él estuvo preso «por maldad», luego de una supuesta confabulación entre un policía y un miembro del Ministerio Público. «El capitán y el juez me hicieron la maldad de meterme preso. No me avergüenzo de lo que estoy diciendo, porque es la verdad», dijo.
El exfutbolista afirmó que su durante su tiempo en la comisaría conversó y hasta abrazó a la madre del menor fallecido. Sin embargo, aseguró que nunca se supo en realidad quién fue el culpable, porque nadie «se hizo responsable de la muerte del chico».
«Rambo» ayer salió bien librado
Ahora bien, en torno al suceso del sábado 14 de agosto de 2021, Julio César de León quedó en libertad luego de que la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) determinara que él no tuvo la culpa de accidente vial.
Y es que, Tránsito revisó las cámaras de seguridad del 911 instaladas en el bulevar del norte, y así se pudo corroborar que el exfutbolista hondureño iba a una «velocidad moderada» y quien se metió en su camino fue el señor Marco Manzano, la víctima mortal del suceso.
Asimismo, «Rambo» se sometió a una prueba de alcoholemia, la cual arrojó rangos normales, por lo que se constató que él no iba manejando de San Pedro Sula a Puerto Cortés en estado de ebriedad.
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