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viernes, abril 26, 2024

El Progreso: con bebé en brazos, pareja sale a vender productos para subsistir

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EL PROGRESO, HONDURAS. La historia de dificultades y trabajo arduo de Hilary Zelaya y Daniel Rivera es una de las muchas que pueden encontrarse en las calles de Honduras. Esta pareja, para subsistir a diario y poner un plato de comida en la mesa, tuvieron que recurrir a la venta de productos y «snacks» en El Progreso.

Diario TIEMPO Digital se contactó con la joven hondureña de 19 años, quien dio más detalles sobre su lucha día a día.

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Venden productos para sobrevivir cada día 

Zelaya comenzó diciendo en la entrevista que su jornada a diario comienza muy temprano.

«Desde las 5 de la mañana me levanto para preparar comida para llevar mientras trabajamos en la calle. Además, alisto las cosas que mi hijo necesita como sus pepes, pañales y ropa», comentó a TIEMPO Digital.

Asimismo, informó que el horario laboral establecido en el que salen a vender los productos es de 8 de la mañana a 4 de la tarde y solamente descansan los sábados.

En su jornada laboral nada más ganan 200 lempiras en la venta de cacahuates, maní, dulce de jengibre y otros más.

«Lo que ganamos es muy poco porque las ventas están muy bajas, pero nos ajusta para comprar las cosas del diario vivir y lo que nuestro hijo de 7 meses necesita», detalló Zelaya.

Por otro lado, la joven madre indicó que generalmente salen con su pareja a vender productos en un punto concurrido de la ciudad y a veces viajan a municipios cercanos como Siguatepeque y Morazán para subsistir.

El negocio surgió siguiendo los pasos de su tía 

De acuerdo con lo manifestado por Hilary Zelaya, su emprendimiento lo pusieron en marcha desde hace 2 meses que se mudaron de ciudad.

La hondureña indicó que al llegar a la ciudad progreseña buscaron un empleo, pero no consiguieron nada; por eso decidieron salir a las calles a vender.

«Mi tía vende dulces y cacahuates, entonces a ella le agarramos la idea. Sin embargo, nosotros compramos nuestro propio producto, lo empacamos y distribuimos», subrayó la hondureña.

Por último, concluyó mencionando que al ser un trabajo digno, les da el dinero para comprar la comida, leche y pañales de su bebé Santiago.

Santiago, de 7 meses de edad es el impulso de la pareja hondureña para salir adelante.

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