Redacción. La historia de una familia en Ocotepeque ha conmocionado los corazones de miles de hondureños, al darse a conocer que con mucho sacrificio y valentía dos pequeños han tenido que hacerse cargo de su padre lisiado.
De acuerdo con una entrevista realizada por “Canal 16 Ocotepeque”, los dos pequeños no tuvieron otra opción que ayudar a salir adelante a su padre, don Santos Rodríguez, quien perdió un brazo y una pierna durante un accidente.
Don Santos Rodríguez mencionó que sus dos hijos son un «regalo del cielo», ya que ellos con tan poca edad se han hecho cargo de mantenerlo por medio del trabajo que él les enseñó antes de que le ocurriera el accidente.
Asimismo, Santos reveló que, a pesar de no contar con un brazo y una pierna, siempre trata de ayudar a sus hijos en sus labores diarias. «Demostrándole al mundo que, si hay voluntad para salir adelante, se puede lograr grandes cosas», dijo.
“Ya tengo más de 10 años trabajando para que a mi familia no le haga falta nada. Lastimosamente, tuve un accidente donde perdí un brazo y una pierna», mencionó Santo en la entrevista.
Luego de ese accidente, Santos dijo que sus hijos decidieron realizar las tareas que normalmente él hacía.
Sus hijos tuvieron que sacrificar el estudio
Durante la entrevista, don Rodríguez comentó que sus hijos estudian los fines de semana, mientras que los demás días trabajan en la pintura y venden cacahuates. Tal y como él lo hacía antes de que sufriera el accidente.
Asimismo, Santos explicó que en ningún momento ha dejado solos a sus hijos con esa gran tarea que han decidido tomar. «Yo siempre los acompaño a mis dos pequeños en sus labores, para que no afronten solos esta difícil situación», agregó.
Ver video cortesía de “Canal 16 Ocotepeque”
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“A veces con mis hijos realizamos dos trabajos de pintura por semana, y cuando no sale trabajo de pintura, pues nos dedicamos a la venta de cacahuates. La gente nos apoya porque no andamos pidiendo, sino trabajando”, expresó.
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Por otra parte, esta persona luchadora reconoció que a veces recibe ayudas, pero nunca deja de trabajar junto a sus hijos. “Yo recibo la ayuda y cuando hay trabajo salgo a laborar. Trabajo en la venta de confites y en la pintura en supermercados, pulperías y demás”, dijo.
Finalmente, Rodríguez pidió no rendirse y seguir adelante pese a las dificultades que se atraviesan en la vida.
