MÉXICO. Un migrante hondureño de cuatro años de edad murió en un hospital de Texas poco después de haber cruzado la frontera.
La información la confirmó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). De acuerdo con lo mencionado, el niño estaba junto a su madre y a su hermano de cinco años.
La Oficina mencionó que la familia formaba parte de un grupo de 12 indocumentados que fue aprehendido el pasado 21 de noviembre en la localidad tejana de La Joya.
El menor presentaba dificultades para respirar y llevaba así unas dos semanas, de acuerdo con su progenitora, quien, además, reveló tenía un historial de insuficiencia renal.
El grupo de indocumentados fue trasladado desde la zona boscosa a un sector más urbanizado. El menor perdía la consciencia por momentos. Él recibió respiración artificial y se le suministró medicamentos vía oral, señaló la agencia federal.
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El menor falleció
La atención médica que recibió el niño le permitió al cabo de unos cinco minutos recuperar la consciencia, estar más alerta y “mostrar signos de mejoría”. Después lo movilizaron junto a su madre y hermano al centro médico Río Grande Regional Hospital, en McAllen, Texas.
No obstante, por falta de camas en ese hospital, al pequeño lo derivaron la noche de ese mismo día a otro centro médico. Ahí, finalmente, pereció cerca de las 4:00 de la madrugada del 22 de noviembre.
De acuerdo con CBP, los hallazgos preliminares de la autopsia que se practicó revelan que “la causa de la muerte fue neumonía e insuficiencia respiratoria aguda”.
Un recién nacido murió días atrás
Esta semana, la misma agencia federal dio a conocer la muerte de un bebé recién nacido que acababa de ingresar a Estados Unidos en brazos de su madre tras cruzar la frontera a través de Río Grande, en Texas.
El incidente ocurrió el 20 de noviembre cuando un grupo de cinco migrantes, entre los que estaba la madre del pequeño –una hondureña menor de edad–, se entregó a agentes de la Patrulla Fronteriza cerca al puerto de entrada de McAllen-Hidalgo.
Unos veinte minutos después, un agente notó que la madre intentaba sin éxito despertar al bebé, que había nacido 17 días atrás en México. Ante ello, trasladó a la mujer y el recién nacido a una zona donde pudo ser atendido por los bomberos y servicios de emergencia, quienes trataron de forma infructuosa de reanimar al bebé.
Al pequeño lo trasladaron al Hospital Regional Río Grande en McAllen, Texas, donde lo declararon muerto la noche de ese día.
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