CORTÉS, HONDRAS. El padre de Pablo David Ramos Vega, de 20 años de edad, una de las tres víctimas de la masacre ocurrida ayer en la colonia Las Colinas, municipio de Choloma, dijo que días atrás había sostenido una conversación con su hijo, y en esa ocasión, él le confesó que estaba bajo amenazas de muerte.
«Me dijo que había sido amenazado, pero no me dijo quién», fueron las palabras del progenitor del joven, quien llegó a la escena del crimen luego que la madre de su vástago lo llamara para avisarle que al joven lo habían acribillado.
A su vez, el papá reveló que el muchacho Pablo David se dedicaba a ser ayudante de albañil. «Antes trabajaba en una panadería de San Pedro (Sula), después yo le enseñé a trabajar la albañilería, pero ahorita no estaba trabajando conmigo», agregó.
Finalmente, el señor manifestó que desconocía qué era lo que estaba haciendo su hijo en ese lugar justo a la hora de la masacre, aunque, sí informó que usualmente él iba a jugar a un campo de fútbol aledaño. «No, no sé, porque yo vengo de trabajar», indicó el doliente. Al mismo tiempo, dijo que él y su hijo no vivían juntos.
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Crimen múltiple de pleno toque de queda por Covid-19
Cabe destacar que esta nueva masacre en Honduras se registró en medio del toque de queda nacional decretado por el Gobierno debido a la emergencia sanitaria que enfrenta el país tras la llegada del Covid-19 y 24 casos confirmados.
También, es oportunido mencionar que Pablo David Ramos Vega, hasta el momento, es la única víctima de la mascre plenamente identificada. Su cadáver quedó afuera de una casa, mientras que los otros dos cuerpos yacían en el interior de la misma.
