Tegucigalpa, Honduras.- Para conocer su historia ejemplar, contactamos a María Felicita López, ganadora del Premio Europa de Derechos Humanos en Honduras. Amablemente nos atendió mientras cortaba café en la localidad de Santa Elena, municipio del departamento de La Paz.
López, nuestra entrevistada para el Catracho Ejemplar de esta semana en DIARIO TIEMPO, compartió que ella es la presidenta de 24 consejos de la localidad. Además, es la fundadora del Movimiento Independiente Indígena Lenca de La Paz, Honduras (MILPAH), cuya organización cuenta con seis ejes políticos, de los cuales María Felicita coordina el eje de derechos humanos de las mujeres.
Cabe mencionar que la lucha de esta mujer lenca en pro de los derechos tiene muchos orígenes. El primero podría rastrearse desde su infancia. Tuvo que criarse sin sus padres en la infancia, debido a que la regalaron a una mujer de Tegucigalpa. Y eso no es todo, poco después, López, tuvo que escapar del maltrato al que era sometida en su hogar adoptivo.
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Además, fue víctima de violación a la corta edad de seis años e incluso tuvo que defender a su hermana menor de los abusos. Consecuentemente, López, no tuvo más elección que hacerle frente a la vida y empezó prestando sus servicios como trabajadora doméstica desde su niñez.
Relató que se encontró a una buena «patrona» que la incentivó a estudiar en la escuela nocturna, donde finalizó el sexto año con excelencia académica. No obstante, aseguró que le habría gustado haber seguido estudiando, pero ese era solo uno de tantos los obstáculos en su travesía por el mundo de las injusticias y abusos por ser mujer y por su procedencia lenca.
Inicios de lucha
Felicita comentó que la organización «MILPAH« surgió un 1 de mayo. «En una celebración de cuatro pueblos en el Río Chinatla, Colomoncagua, Santa Elena, Yarula, Naguaterique y San Marcos de Sierra, Intibucá». Explicó que las comunidades indígenas decidieron organizarse para defender de manera más articulada sus bienes naturales, especialmente sus montañas, bosques y ríos.
Según María, el impulso para organizarse comenzó por «la concesión de los encinos de capital variable que se otorgó en río Chinatla, sin la consulta previa, violentando la autonomía de las comunidades».
«En ese tiempo no conocíamos que se nos estaban violentando los derechos humanos, pero sí nos argumentábamos en el convenio 169 de la OIT. En la declaración universal de los derechos humanos y en base a esos artículos de ley, nosotros defendíamos y hablábamos que no se deberían violentar los derechos a las comunidades, al territorio», agregó.
Empoderamiento
María mencionó que a partir de ese momento comenzó a «empoderarse», obteniendo todos los conocimientos posibles sobre tratados internacionales y leyes nacionales. Luego, comenzó a recibir casos de violencia. Aunque López, refirió que para poder ayudar a las niñas y mujeres primero tuvo que superar sus propias secuelas, pues recordó su sufrimiento desde la niñez.
«Desde ahí ha venido mi lucha acuerpando a las comunidades, a la organización, ahora nosotros tenemos en todo el departamento consejos indígenas de mujeres organizados, específicamente», dijo.
Retos y dificultades
Felicita comentó que tanto ella como la organización se han tenido que enfrentar a diversas dificultades solo por ser lencas. «Hemos tenido que asumir los retos y los desafíos, una, por ser mujer indígena, otra, por ser defensora de derechos humanos y por ser mujer.
Del mismo modo, señaló que se ha tenido que enfrentar a persecuciones y amenazas de muerte, campañas de desprestigio y que incluso ella y las personas de su comunidad fueron señaladas como «non gratos«. Debido a que los tildaban de «anti-proyectistas, opuestos a los proyectos de desarrollo».
Incluso, refirió que «el alcalde de Santa Elena, el de Yarula y el de Cabañas a nosotros nos señalaron como non gratos y como por fortuna, me señalaron como mujer. Porque decían que era la impulsora de la resistencia, la revoltosa. Y era porque yo entraba a las distintas comunidades para dar formación en derechos humanos, derechos indígenas, violencia de género, talleres de nuevas masculinidades», añadió.
Mencionó que vivieron la muerte de uno de sus compañeros de lucha, Félix Vásquez, quien era coordinador de la UTC, en La Paz. «Fue muy difícil porque luego siguió la pandemia», aunque asegura que se siguieron fortaleciendo y acuerpando a las comunidades pese a las adversidades. «Seguimos manteniendo la autonomía dentro de las comunidades», agregó.
Riesgos personales
«Recibí bastantes amenazas a muerte. Me hicieron un vaciado telefónico. Después de eso me tuve que enfrentar al acoso sexual dentro de la organización por el segundo coordinador de la organización. Nosotras tuvimos que interponer denuncias», comentó.
Siguió relatando: «de algunas denuncias, aún el Ministerio Público no da respuesta y después de eso hubo un operativo militar el 22 de octubre del 2015 donde nos militarizaron las casas. Nos acusaban de narcotráfico, de invasores, de campañas de hostigamiento y de estigmatización».
Consecuentemente, señaló que estuvo alojada en una casa refugio, internada por un tiempo. Luego salió para seguir coordinando la lucha de Derechos Humanos. «Me han respaldado las comunidades, las compañeras y compañeros, y he implementado mis propios protocolos de seguridad personal».
Sin embargo, Felicita dice que no se quedará callada ante las injusticias debido a que el poder de justicia que ellos buscan «siempre está al silencio». «A pesar de esos desafíos y de esos retos nunca me he quedado callada, siempre he denunciado a nivel nacional e internacional», expresó.
Premios que ha recibido
María Felicita López recibió el «Premio Nacional de Carlos Escaleras», también fue galardonada por la revista Forbes de México, por su gestión en Derechos Humanos e incluso la catalogaron como una de las diez mujeres más poderosas de Honduras. Al igual que una de las 100 mujeres más poderosas de Centroamérica.
Por su parte, la Unión Europea en Honduras, el pasado 6 de diciembre, reconoció la labor de López con el «Premio Europa de Derechos Humanos en Honduras 2022». El galardón se entregó como reconocimiento y respaldo al trabajo y aporte que desde temprana edad realiza María en defensa de los Derechos Humanos, la tierra, el territorio y las mujeres lencas.
En tal sentido, Felicita, expresó que no se esperaba ninguno de los premiso que hasta ahora ha recibido. Además, agregó que se siente honrada de que la Unión Europea le haya concedido el reciente premio, ya que la comisión ha sido parte de sus procesos formativos.
«Con ese reconocimiento se está reconociendo la labor de muchas defensoras que hacen ese trabajo, que lo hacen a memoria de nuestros ancestros. Y me he sentido alegre porque a través de ese premio se reconoce la labor de mi organización y la seguiremos haciendo«, comentó alegremente.
El premio consiste en un viaje a Bruselas (Bélgica), para visitar instituciones de la Unión Europea con el fin de intercambiar conocimientos. De igual manera, fortalecer valores comunes y conocer el trabajo de las instituciones de ese país.
Definición personal de Felicita
«Las mujeres indígenas somos todo. Soy madre de familia de tres hijos varones y una niña y también soy la médica, porque soy yo quien les hace la medicina natural cuando se enferman. Y me convierto en psicóloga porque mis hijos en su momento fueron víctimas psicológicas«, dijo Felicita.
María López, al mismo tiempo es corresponsal de una radio donde brinda asistencia de violencia a mujeres y niñas que han sido víctimas de violencia. De la misma forma, realiza acompañamiento a varones menores de edad. «Le hago de todo un poco, al alcance que mi padre Dios me ha dado», agregó.
Tal como se dijo en el inicio, María Felicita López trabaja arduamente en el campo, cortando café y cosechando otros productos para poder ayudar a sus cuatro hijos en sus estudios.
«Soy toda una campesina, una mujer indígena de campo. Pues ahorita estamos en las cortas de café, ya en diciembre y enero corto café. Y en febrero ya a matricular a mis niños porque estudian fuera de mi comunidad. La idea es que ellos logren estudiar, aunque sea con sacrificios», afirmó.
Seguidamente, señaló que mantiene la esperanza a través de los cortes de café debido a que las oportunidades en las comunidades para generar dinero son escasas. «Mediante el café, hacemos algo de dinero o vendemos yuca o cualquier producto que producimos».
Expectativas de María este 2023
«Una de mis metas es que la presidenta de la República pueda apoyar a las mujeres indígenas y que también los proyectos extractivistas que están enjuiciados, que tengan justicia, que se investigue. Y que la fuerza de la lucha de los movimientos sociales se siga manteniendo al igual que el movimiento de las mujeres en Honduras», finalizó la defensora de derechos humanos.