Tegucigalpa, Honduras.- Vestido de etiqueta, con la facilidad de una laptop y sus respectivas fuentes de energía, el expresidente Juan Orlando Hernández inicia hoy su juicio en Estados Unidos tras ser acusado por vínculos con el narcotráfico.
En la sala 11 de la Corte Sur de New York, hoy 20 de febrero del 2024, tras más de un año de prórrogas, comienza el juicio el anhelado proceso, con la selección del jurado conformado por 12 personas de nacionalidad estadounidense.
Al exmandatario lo acusan de los delitos de conspiración para importar sustancia controlada a los Estados Unidos, usar o portar armas de fuego, ayudar e instigar al uso, así como el porte y la posesión de armas de fuego. Un último cargo por conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos.
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La defensa de JOH está encabezada por el abogad Raymond Colon, seguido por la abogada Sabrina Shorff, quien se desempeñará en la discusión de la información clasificada, y el togado Renato Stabile. Quienes a última hora pidieron que se incluyera más testigos a favor del expresidente, petición denegada debido al corto tiempo previo al juicio.
JOH se presentará ante el juez sin los coacusados, su primo el expolicía, Mauricio Pineda Hernández, y el exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, quienes se declararon culpables y conocerán su condena en mayo y junio respectivamente.
Sin espacios para las negociaciones
A criterio de la abogada penalista, radicada en EEUU, Marcela Caro, ya no hay espacios para negociaciones entre las autoridades judiciales y JOH. Asimismo, explicó que durante el juicio se presentarán muchas “sorpresas”.
“A estas alturas, el gobierno de Estados Unidos no puede negociar con JOH… La Fiscalía quiere que sea algo corto, pero se trata de un expresidente y eso necesita tiempo”, expresó.
Agregó: “vienen sorpresas. Hay documentos confidenciales y después estaremos conociendo quienes acompañarán al expresidente”.
Más de tres decenas de testigos contra JOH
Sobre el tema, el exdirector de Operaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Mike Vigil, afirmó que la fiscalía contaba con más de 40 nombres que podrían testificar en contra del expresidente.
Vigil enumeró algunas de las personas que podrían subir al estrado, entre ellos miembros de los Valle Valle, Víctor Hugo Díaz “El Rojo”, Devis Leonel Rivera “El Cachiro”, Geovanny Fuentes, Alex Ardón y “otros más”.
Además, se conoció que Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, será uno de los testigos contra JOH, a cambio de una reducción de seis años en su condena.
Según documentos de los fiscales, Lobo, se encargó de gestionar el transporte de droga, con ello, fue un enlace del pago de sobornos de «Los Cachiros» a JOH. Uno de los sobornos fue entregado a un familiar no identificado de Juan Orlando y un segundo fue entregado personalmente a él por Fabio.
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Mike Vigil, por otra parte, anticipó que la estrategia del equipo legal del expresidente será tratar de convencer al jurado de que los testigos son narcotraficantes, pero que no puede ser efectivo, debido a que la Fiscalía investiga la información proporcionada por los declarantes y rompe el acuerdo si mienten.
“Pero eso no creo que les va a servir, porque aquí en los Estados Unidos muchas veces se usan personas así. Nunca vas a conseguir a un sacerdote que te va a venir a testificar contra una red del crimen organizado”, sentenció.
Huir para no enfrentar la justicia
Por su parte, el analista hondureño, Omar García, arguyó que durante el juicio de JOH se van a mencionar personas reconocidas de Honduras.
«Dentro de esas miles de cargas probatorias hay vinculaciones con otra gente. Sin el ánimo de burlarme, dentro de esos miles de rostros de personas que abandonarán el país vamos a ver caras de gente conocida huyendo de Honduras», expresó.
Las personas implicadas en el caso no serán simples sospechosos, sino que estará claro que tienen cuentas con la Ley norteamericana, explicó el analista.
«Estas doce semanas van a poner preocupadas a un montón de personas que pensaban que se iban a salir con la suya», señaló.
Cerró cuestionando que “el Ministerio Público aquí no tenía nada de que acusarle (a JOH). En cambio, en Estados Unidos hay una carga probatoria de miles de cosas. No es posible que no haya habido algo de investigación o de alerta temprana referente a esta situación».
Este juicio marca la pauta para una historia inédita de corrupción y narcotráfico de los últimos 12 años de gobierno del Partido Nacional en Honduras. Además, desnuda los lazos entre el poder gubernamental y el crimen organizado en el país.