TEGUCIGALPA, HONDURAS. Nació un 3 de octubre de 1980 en una aldea del municipio de Danlí sin imaginarse que a los 9 años de edad perdería la audición. A Francis Rodríguez nada la detuvo, y como una mujer aguerrida, luchó hasta hacer realidad sus sueños.
Desde que era niña, Francis mostró vocación de emprendedurismo. Al no encontrar trabajo y tener que mantenerse sola, buscó la forma de superarse, contó su hermana Miriam Rodríguez a Diario TIEMPO.
Francis, desde hace seis años, decidió poner su propio negocio. Ella tiene un local que se llama Espumas Fragancias y Más, donde elabora productos de limpieza, perfumería, manualidades para el hogar y procesamiento de café tostado artesanalmente.
Pero, ella no solo elabora fragancias y productos de limpieza, sino, que también elabora piñatas, coronas para el día de los difuntos.
Su hermana contó a este medio que Francis elabora muchos de sus productos con ayuda de su familia, pero, los de limpieza lo prepara ella sola. Explicó que mucho de lo que su pariente sabe lo aprendió, en el Técnico Pedro Nufio de Danlí. Mientras que la elaboración de productos de limpieza, perfumería y otros, lo aprendió en talleres patrocinados por la alcaldía de dicho municipio.
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Cuesta arriba
Además, la hermana dijo que no todo ha sido fácil para Francis. Detalló que a ella le tocó enfrentarse a muchas dificultades, como tratar de colocar en el mercado sus productos y la falta de capital.
Su hermana dijo que «la mayor dificultad está en lo económico, porque se necesita dinero suficiente para empezar a vender a escala por eso el negocio es pequeño».
Además, su hermana compartió con este medio que la perdida de audición de su hermana los marcó como familia. Ella dijo que su padre invirtió mucho dinero, sin embargo, su hermana nunca pudo recuperar la audición
“Yo era la menor, estaba muy pequeña, pero si hay memorias de un poco de confusión, tristeza y tener poco apoyo psicosocial, ante un evento inesperado en la familia, surgieron gastos y desgaste emocional y físico. Con el fin de encontrar sanidad, mis padres hicieron lo que estuviera al alcance para que ella tuviera un desarrollo estable en la sociedad, no fue fácil», contó Francis.
A pesar de todo lo que le tocó sobrellevar, ella no se dejó vencer y sus ganas de superarse fueron mayores y salió adelante con la ayuda de su familia de su hermana.
Pero, Francis no quiere que su negocio se quede pequeño, sino que anhela expandir sus productos fuera de su localidad en un mejor mercado. Ella pide a la población que apoyen a los pequeños emprendedores.
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