Tegucigalpa, Honduras. Durante la homilía celebrada este domingo 5 de diciembre, en la catedral de Tegucigalpa, el obispo auxiliar monseñor Teodoro Gómez, dijo que, como humanos, debemos preparar un camino para que el Señor (Dios) llegue a nuestra vida.
«Juan nos enseña a escuchar a Dios en el desierto de nuestro corazón haciendo silencio. ¿Escucharemos a Dios en nuestro corazón? Preparen el camino del Señor en este adviento», dijo él.
Gómez aseguró que para que Dios llegue a los corazones, se debe buscar Su presencia. «Hay que salir de los vacíos y dejar los barrancos del desaliento y la desconfianza, rebajar ambiciones, dejar de lado la auto-suficiencia y la arrogancia, enderezar lo torcido», agregó.
«¿Qué caminos torcidos hay en mi vida?, ¿Qué caminos torcidos hay en mi familia? Para eso, necesitamos salir de una vez de las ambigüedades en las que vivimos cada día, nivelar con justicia las igualdades de nuestro país», dijo.
Asimismo, Gómez dijo que Dios ofrece su amor y su vida a todo ser humano sin acepción alguna. «Vístete de las galas perpetuas que Dios te da«, exhortó.
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Sobre el cambio climático
Entre tanto, el obispo habló sobre los problemas climáticos que está sufriendo la Tierra. «También el adviento nos recuerda que la Tierra se está calentando, que cada vez se superan niveles de temperatura y que hielos y nieves se derriten. Necesitamos responsabilidad ante el calentamiento de la Tierra si no queremos continuar hacia una carrera suicida», aseguró.
«Cuando enfrentamos dificultados como esas, estamos llamados a entregar nuestras dificultades al Señor. Nuestros continuos lamentos nos impiden vivir con alegría, sobre todo cuando enfrentamos problemas muy grandes, es ahí donde estamos llamados a entregar nuestra familia y nación al Señor», agregó.
Por último, el obispo dijo que Dios terminará la buena obra que comenzó en cada uno de los hombres y pidió este día que todos los que lo miren o escuchen imploren al Señor que venga a sus vidas.
«Ven, Señor, a nuestra Honduras, líbramos de toda tristeza y danos tu alegría, danos tu gozo. Abre para nosotros un camino nuevo. El Señor seguirá estando con nosotros y por eso debemos de continuar caminando en su presencia», concluyó.
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