CORTÉS, HONDURAS. Surge una nueva hipótesis en torno a la nueva masacre donde una madre y sus dos hijos pequeños perdieron la vida violentamente mientras dormían, en la aldea El Rabinal, Santa Rita, Copán, zona occidental del país.
De acuerdo a los informes que trascienden de medios locales del occidente, los malhechores habrían llegado a la vivienda para robar un dinero, que el esposo de la víctima le había mandado desde Estados Unidos.
Sin embargo, serán las autoridades que lo confirmen conforme se vayan llevando a cabo los procesos de investigación.
Las víctimas respondían a los nombres de Floridalma Villeda Oliva, de 35 años (madre), Gledys Enemías Villeda, de 10 años (hijo) y Kilver Adalid Villeda, 3 años (hijo).
Su tercer hija encontró los cuerpos sin vida a eso de las 9:00 de la mañana de este viernes, pero se supone que el hecho sucedió la noche de ayer, jueves, 18 de noviembre. A los menores los hallaron en una cama y estaban ensangrentados. Mientras tanto, la madre quedó en otro sitio cercano.
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«Su hija se salvó»
La tercer hija de Floridalma se quedó a dormir en la casa de sus abuelos, según información arrojada por los agentes.
En horas de la mañana, ella llegó a su casa, pero notó que las puertas y ventanas aún estaban cerradas. Por lo tanto, se dispuso a tocar y llamar a su madre y hermanos, sin embargo, no obtuvo respuesta.
Luego, pidió ayuda a unos vecinos que procedieron a forzar una ventana para entrar. Cuando lograron ingresar se encontraron con el dantesco crimen. La madre y los pequeños estaban en una cama cubiertos de sangre.
El reporte de los médicos forenses establece que ellos presentaban heridas, tipo mutilación, enormes cortadas y amputaciones en miembros superiores y cabeza, hechas aparentemente con arma blanca, tipo machete.
Consternación
A través de redes sociales, conocidos y amigos de esta familia se han pronunciado por el hecho y aseguran que cómo pudieron hacerle eso a unos niños inocentes y a su madre que era tan humilde.
«Cuánta maldad, solo un monstruo puede hacer esto. Eran unos niños inocentes que no merecían que les hiciera esto y Flor, una mujer tan humilde. Dios dé resignación a su familia y que se haga justicia», comentaron.
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