Redacción. Por unanimidad, la Sala Primera del Tribunal de Sentencia, esta tarde, ordenó la inmediata libertad desde la penitenciaría en Támara, «sin perjuicio de otra causa de Ricardo Ezecson López Cerrato o Jesús Valmaña Cruz».
La decisión de los tres jueces se originó tras la resolución del 4 de abril 2024 de los
Magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia que ordenaron la repetición del juicio oral y público.
Se anuló la condena que por cuatro delitos impusieron el 2 de junio de 2023, en donde se pidieron 23 años de prisión para el enjuiciado.
Además, tras constatar el vencimiento de la prisión preventiva, que alcanza 2 años 11 meses y 6 días, el Tribunal dejó al procesado bajo la guarda y custodia de su defensor al que le ordenó reportar, una vez al mes, el paradero de Ricardo Ezecson López Cerrato o Jesús Valmana Cruz.
Al imputado se le mandó a reportarse y registrarse cada 15 días en la Secretaría del Tribunal Sentencia, en San Pedro Sula, y además se le prohibió salir del país.
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Su caso
El 2 de junio del 2021, como a las 10:00 de la mañana, agentes de la DPI realizaban diligencias en la colonia Villas Mackey, noroeste de San Pedro Sula.
Los policías extendieron sus investigaciones a sectores aledaños, porque trataban de ubicar un vehículo turismo blanco con placas PDD-0707. Posteriormente, divisaron el automotor en el semáforo del bulevar Micheletti, en la colonia Jardines del Valle. Por tanto, se le hizo señal de parada y el conductor fue requerido.
Al ciudadano se le exigió su identificación, y cuando lo registraron, se le encontró un teléfono celular en la bolsa delantera del ‘short’. También se identificó con una licencia de conducir a nombre de Ricardo Ezecson López Cerrato y número de identidad 1516-1994-00665.
Sin embargo, los agentes, al ver sus manos, comenzaron a sospechar, pues tenía borradas sus huellas. Debido a eso, le manifestaron que debía acompañarlos a la sede de la DPI.
Cuando iban a las instalaciones de la Policía, el sujeto les habría dicho a los agentes «que si lo dejaban ir, les daría tres millones de lempiras».
De igual forma, el encausado, al llegar a la estación policial, habría subido la oferta a cinco millones de lempiras por su liberación.
A medida que se extendían los interrogatorios y las pesquisas, una fuente les aseguró que el sujeto tenía otro nombre. El testigo dijo, además, que «El Extranjero» se desempeñaba como administrador de la Pandilla 18. Supuestamente, se había fugado de la Penitenciaría Nacional de Máxima Seguridad “El Pozo” en Ilama, Santa Bárbara.