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viernes, abril 19, 2024

Recluso que se borró las huellas fue suplantado por reo condenado a 16 años

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SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Jesús Valmaña Cruz, considerado el administrador de la Pandilla 18, debía estar recluido en «El Pozo» pero andaba en libertad. Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) lo detuvieron y se conoció que lo suplantó un reo condenado a 16 años de cárcel.

Agentes confirmaron que Edwin Modesto Contreras Aguilar, de 27 años de edad, alias «La Chancha» y señalado como de la Pandilla 18, fue quien tomó el lugar de Valmaña Cruz en prisión, quien además borró sus huellas dactilares.

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Las autoridades determinaron que Contreras Aguilar, condenado a 16 años, también es suplantado por otro pandillero de la 18, que está recluido en la Penitenciaría Nacional de Támara con su identidad.

Valmaña Cruz se borró las huellas dactilares.

A Jesús Valmaña Cruz lo capturaron en La Ceiba por el secuestro y asesinato de un empresario a finales de 2013. En 2016, un tribunal con jurisdicción nacional lo halló culpable y lo condenó a 63 años y 4 meses de prisión.

Entre 2013-2016, antes y durante el juicio oral y público, Jesús Valmaña Cruz estuvo recluido en el presidio de San Pedro Sula. Ahí tenían su registro con fotografía y huellas dactilares.

Lo condenaron y enviaron al centro penitenciario de «El Pozo», en Ilama, pero no llegó él, pues Edwin Modesto Contreras Aguilar lo suplantó con su ficha y huellas dactilares.

El que está preso es Edwin Modesto Contreras

Con las huellas dactilares de las fichas de los centros penitenciarios, los agentes verificaron que el que está preso en «El Pozo» con el nombre de Jesús Valmaña Cruz es Modesto Contreras.

Los agentes lo capturaron en San Pedro Sula.

Por otro lado, compararon la ficha que tiene las huellas dactilares del verdadero Jesús Valmaña Cruz, con el que lo suplantó y confirmaron que son diferentes.

Jesús Valmaña Cruz, según la DPI, ahora se identifica con una licencia de conducir con el nombre de Ricardo Ezeeson López Cerrato. El sospechoso se borró las huellas dactilares con ácido y eso ha impedido que un técnico de Medicina Forense se las tome.


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