ERNESTO ALVARADO REINA
Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia tienen que ser altamente respetados, ampliamente considerados y justamente capaces. Estos pilares fundamentales y paradigmas de estimación, deben en unidad, quedar examinados con verdadera transparencia en la minuciosa y ardua escogencia por los ciudadanos integrantes de Junta Nominadora de los futuros miembros del valioso y superior Tribunal de Honduras.
Corresponde destacar en este comentario, que existe el derecho establecido en la ley, mismo que faculta para que un ciudadano Abogado y Notario en el pleno goce y ejercicio de sus derechos y obligaciones, pueda mediante la formulación de un formal escrito y documentación concerniente, atestar el Derecho de Auto Proposición, y en consecuencia, ser considerado candidato a ostentar tan digno honor, siempre y cuando reúna los requisitos esenciales señalados en el artículo 309 de la Constitución de la República.Todo aspirante, según el criterio de la Junta Nominadora, está en el compromiso de presentar los siguientes documentos: a) Título de Abogado; b) Exequátur o Autorización para el ejercicio del Notariado; c) Constancia de Antecedentes Policiales; d) Constancia de Antecedentes Penales; e) Constancia de Solvencia del Colegio de Abogados de Honduras; f) Constancia del Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de Honduras de no tener Denuncia pendiente; Constancia de la Contraloría del Notariado de estar activo y solvente y g) Constancia del Ministerio Público de no tener denuncias pendientes y algunas otras equivalentes. Estas ultimas exigencias no están en la ley, han sido precisiones de la Junta Nominadora en un total de veintiuno (21) pedidos; por consiguiente, somos de parecer que no es imperativa su presentación, excepto cuando ya sea seleccionado el profesional dentro de los cuarenta y cinco (45) pretendientes que resultarán precandidatos en el cercano futuro. En caso de no existir una autentica y verdadera garantía jurídica en el citado proceso de clasificación y haber aparentes matices de confusión, hay que buscar otro tipo de disyuntivas, siguiendo el proceso legislativo correspondiente para probablemente convocar a una elección popular para Abogados Magistrados que tienen que integrar la Corte Suprema de Justicia.
La formación jurídica en una pasión desenfrenada en cuanto a impartir cátedra y demostrar un correcto ejercicio en la vida profesional en calidad de justos y necesarios elementos. Las generaciones se renuevan. La formación jusfilosófica, pensada como una estimación adquirida por el estudio, el rendimiento y la dignidad de los Profesionales, son virtudes inapreciables en calidad de razón dinámica de gran transcendencia y respeto, garantizadas en una democracia funcional y participativa.
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