TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los atentados contra transportistas siguen a la orden del día a pesar que ya existe la Fuerza Nacional de Seguridad del Transporte (FUSET), creada para dar mayor seguridad a las unidades de transporte.
En las últimas horas, precisamente ayer martes en Tegucigalpa se registraron tres ataques a unidades de la ruta Carrizal-La Sosa en Tegucigalpa.
A raíz de lo anterior, tres conductores resultaron heridos. Uno de ellos de un disparo. Los otros dos fueron golpeados salvajamente por sujetos desconocidos. A cada uno, luego de los sucedos de los que fueron víctimas, los trasladaron de inmediato al Hospital Escuela Universitario. (HEU)
Los trabajadores del transporte público revelaron a medios locales que «ya no aguantan los ataques». Aseguraron, además, que estos se han hecho constantes por parte de los malvivientes. De esa forma, manifestaron que es de emergencia que las autoridades tomen cartas en el asunto.
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No hay respuesta
La Fuerza Nacional de Seguridad del Transporte Público aún no se ha manifestado sobre el caso. Sin embargo, se espera que en los próximos días, las autoridades realicen acciones que garanticen la seguridad de los transportistas.
Presuntamente, estos ataques son provocados porque algunos transportistas se niegan a pagar el llamado «impuesto de guerra», mismo que es cobrado por las diferentes maras y pandillas que atemorizan al país.
No obstante, no hay una investigación que pueda aclarar si todos estos atentados son resultado del delito de extorsión que los antisociales han impuesto a muchos puntos del transporte público y negocios en la capital.
Antecedentes
El pasado 5 de abril del año en curso, también se reportó un atentado contra una unidad de transporte de la ruta El Carrizal – La Sosa; el vehículo recibió varios impactos de bala y en el que no se reportaron heridos.
Semanas atrás, los conductores de la colonia Las Torres sufrían el mismo caso y tras imponer la denuncia; miembros de la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas realizaron la captura de un supuesto extorsionador que atemorizaba a todos los transportistas de esa ruta.
