SAN PEDRO SULA, CORTÉS. De manera popular se dice que las ZEDE son «un Estado dentro de otro Estado», algo que el Gobierno de Honduras ha negado desde hace años y continúa haciéndolo, sin embargo, la Carta Constitucional aprobada el 26 de julio de 2019 deje entrever que, en efecto, la «Zona de Desarrollo» de Roatán, Próspera, tendrá un modelo de gobernanza corporativizado, muy distinto al del resto del país.
Así es el organigrama de poder
En la cúpula del poder de la ZEDE en Islas de la Bahía está el Secretario Técnico (ST), Tristan Monterroso, quien gobierna junto con el «Promotor y Organizador», una empresa privada registrada en Delaware llamada Honduras Próspera LLC, y el Consejo de Fideicomisarios.
La normativa establece que el Consejo supervisa el Fideicomiso de la ZEDE Próspera (ZP) y es el principal órgano de gobierno de la ZP, con nueve miembros que tienen derecho a voto, incluidos el ST, NeWay Capital y el director ejecutivo de Honduras Próspera LLC, Erick Brimen, como secretario.
Otros fideicomisarios son Oliver Porter, fundador del modelo Sandy Springs en EEUU, Jeanette Doran, presidenta del Instituto de Derecho Constitucional de Carolina del Norte, y Gabriel Delgado, empresario de tecnología y criptomonedas asociado con la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala.
Miembros del consejo de Fideicomisarios:
- Tristan Monterroso, Secretario Técnico
- Duane McNab, Director Ejecutivo, MAX Communications
- Deborah Mills, Fundadora del Centro de Investigaciones Económicas
- Erick A. Brimen, CEO de Próspera
- Gabriel Delgado, Empresario de Guatemala
- Oliver Porter, Fundador de Sandy Springs, Georgia
- Jeanette Doran, Instituto de Derecho Constitucional de Carolina del Norte
- Rodrigo Quercia, Observador del Consejo
- Tom Murcott, Observador del Consejo
Próspera también tiene dos Observadores del Consejo: Rodrigo Quercia, director general del conglomerado brasileño de bienes raíces, minoristas y agronegocios Grupo Solpanamby, y Tom Murcott, quien, según el Congreso de América del Norte sobre América Latina (NACLA), jugó un papel principal en la atracción de inversionistas y residentes al BID Songdo en la ciudad inteligente de Incheon en Corea del Sur.
La ZEDE de Roatán promete, además, sistemas de educación, salud, energía eléctrica y agua potable distintos a los que Honduras ofrece a sus ciudadanos, ya que tiene permitido operar como una corporación que puede contratar con actores públicos o privados.
La democracia
¿Habrá elecciones en Próspera? No exactamente, afirma NACLA, pues existe algo llamado Comité de Adopción de Buenas Prácticas (CAMP) sobre cada gobierno de las ZEDE, ya sea Próspera, Morazán, en Choloma, u Orquídea, en Choluteca.
El CAMP es un organismo compuesto por entre 12 y 21 personas que fueron designados por el Gobierno hondureño desde 2014. Entre sus miembros hay nueve ciudadanos estadounidenses y solo cuatro hondureños.
Para tener autoridades, el CAMP es quien aprueba la elección del ST de la ZEDE, así como las reglas y normas internas de la zona. Por lo tanto, tiene poder de anular las decisiones locales. Asimismo, Honduras Próspera LLC, o sea, Erick Brimen, selecciona a cuatro de los nueve Fideicomisarios del Consejo.
Los «residentes» de Próspera sí podrán votar y escoger autoridades; pero no ahorita, sino hasta 2025 o hasta que la población de la ZEDE alcance 10,000. Así tendrán la capacidad de derogar las reglas existentes con un voto de dos tercios y las nuevas reglas por mayoría simple, pero solo dentro de los siete días posteriores a la aprobación de la regla.
Y es que, sí, los «residentes», aquellos que están aprobados, elegirán a cuatro fideicomisarios del Consejo más el Secretario Técnico, pero, de momento, los propietarios de tierras ejercerán un voto por metro cuadrado registrado en el catastro independiente de la ZEDE. A partir de 2025, el Consejo determinará la continuación del voto mediante la propiedad de la tierra.
Solo después de que los residentes naturales sean diez mil tendrán la capacidad de derogar las reglas existentes con un voto de dos tercios y las nuevas reglas por mayoría simple, pero sólo dentro de los siete días posteriores a la aprobación de la regla.
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