Redacción. El narcotraficante y exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander «Chande» Ardón, aceptó durante su testimonio como testigo durante el juicio contra Juan Orlando Hernández (JOH), haber conspirado para asesinar al zar antidrogas Arístides González y otras 56 personas.
La tarde de este jueves, Ardón continuó en el estrado de la Corte Sur de Nueva York, pero esta vez, además de ser interrogado por los fiscales, también respondió las interrogantes de Raymond Colon, uno de los apoderados legales de JOH.
Durante sus respuestas, el traficante de drogas admitió haber contribuido directamente para mandar a matar a González el 8 de diciembre de 2009.
¿Qué pasa con Julián Arístides González? Era un general, el zar antidrogas, ¿no?, preguntó Colon. «Sí. Conspiré para matarlo, con Mata y otro», respondió Ardón.
Lea también: Expediente llevó a la muerte a Arístides González y Alfredo Landaverde
Financiamiento
Respecto a su participación en el crimen del director de la lucha contra el narcotráfico, Ardón dijo a Colon que no era él quién quería asesinar a Gonzáles, sino Wilter Blanco, otro narcotraficante hondureño.
De acuerdo con las declaraciones del testigo de la fiscalía, él ayudó con dinero para montar el operativo que acabó con la vida del general en condición de retiro.
¿Cuál fue su papel en la conspiración para matar al general?, preguntó la defensa de JOH. «Dinero», contestó «Chande» Ardón. ¿Te pagaron?, cuestionó Colon, «No me pagaron, yo se lo pagué a Wilter Blanco», explicó el narcotraficante. ¿Por qué querías matarlo?, consultó la defensa de JOH. A lo que Ardón replicó: «Wilter Blanco quería matarlo».
56 muertes más
Por otra parte, el exalcalde de El Paraíso, Copán, aceptó que desde sus inicios en el crimen organizado, aproximadamente a los 18 años, participó en al menos 56 asesinatos.
De estas muertes, el narcotraficante, con lágrimas en sus ojos, se atribuyó dos por mano propia, las cuales relató ante el estrado.
El zar antidrogas, Arístides González, fungía como director de la Lucha contra el Narcotráfico cuando fue acribillado en Tegucigalpa por varios sicarios vestidos con indumentaria policial, el 8 de diciembre de 2009.
Le puede interesar: Jorge Cálix sobre juicio de JOH: Es una vergüenza para los hondureños
