TEGUCIGALPA, HONDURAS. Con la captura de los Rivera-Maradiaga, mejor conocidos como «Los Cachiros» se descubrió que a través de sus testaferros tuvieron contratos millonarios con la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
Los testaferros y administradores de Los Cachiros eran una sola familia, conocidos como los Mejía-Salgado. Este núcleo fue quien se encargó de conseguir los contratos por millones de lempiras con la estatal eléctrica en 2011.
La familia Mejía-Salgado estaba vinculada con el proyecto Patuca III. Los contratos que las empresas de Los Cachiros ganaron en 2011 fueron 28 y así se lavaron al menos L143 millones.
¿Quiénes eran los Salgado Mejía?
Los Salgado-Mejía son una familia comprendida por el abogado Francisco Arturo Mejía, su esposa Waldina Lizzette Salgado Pérez y Roberto Arturo Mejía Salgado, hijo de la pareja.
Esta familia se encargó de obtener los contratos y así lavar millones de lempiras. Fue el mismo Devis Leonel Rivera Maradiaga, uno de los líderes de Los Cachiros, quien reveló sobre los millonarios contratos con la ENEE. Estos eran específicamente a través del proyecto hidroeléctrico Patuca III. Tres de sus empresas ganaron la licitación.
El caso se puso en manos del Ministerio Público (MP) y se constató que en efecto se habían suscrito contratos por unos 143 millones de lempiras. Además, el MP concluyó que estos contratos se firmaron durante el gobierno del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014).
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¿Cuáles fueron las empresas que participaron?
Las empresas ligadas a Los Cachiros que ganaron las licitaciones millonarias en marco del proyecto hidroeléctrico Patuca III fueron:
- INFRIMAR (inmobiliaria Rivera Maradiaga)
- ARQDICOS (Arquitectura, Diseño y Consytrucción)
- Inversiones Acrópolis
Todas las anteriores estaban vinculadas de una manera u otra con Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder de Los Cachiros.
Vínculo de los Mejía Salgado
En el caso de Inversiones Acrópolis, se quedó con la licitación final en el 2011, puesto que fue la que ofreció un mejor precio. El vínculo es con el propietario, Francisco Arturo Mejía, apoderado legal de Devis Leonel Rivera Maradiaga y encargado de constituir INFRAMAR. El contrato que se llevó dicha empresa estaba valorado en 98 millones 171 mil 991 lempiras.
Se entregaron a la justicia
Luego de la revelación de Maradiaga y la investigación del Ministerio Público, se encontró el vínculo y culpabilidad de la familia Mejía-Salgado. Los tres miembros permanecieron prófugos de la justicia, pero en marzo del 2019 decidieron entregarse.
A los ciudadanos se les inculpó por fungir como representantes legales de las sociedades mercantiles que se utilizaron para el fraude de la ENEE. En abril de 2019, un juez penal decretó la medida cautelar de prisión preventiva para la familia Mejía-Salgado.
Condena
El abogado testaferro y administrador de “Los Cachiros”, Francisco Arturo Mejía y su esposa Waldina Lizzette Salgado Pérez recibieron una sentencia de 10 años de reclusión por el delito de lavado de activos tras aceptar su culpabilidad al someterse a una estricta conformidad.
De igual forma, al hijo de la pareja, Roberto Arturo Salgado Pérez, se le sentenció a 8 años de prisión por el mismo delito.
Además de eso, le aplicaron una millonaria multa de L. 249 millones 530 mil 687 a Francisco Mejía, L. 202 millones 579 mil 550 a Waldina Salgado y L. 4 millones a Ricardo Mejía Salgado.
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