COLÓN, HONDURAS. Tras cinco meses del derrumbe de uno de los muros perimetrales del Centro Penal de la ciudad de Trujillo, zona atlántica del país, el peligro continúa inminente.
Cabe recordar, que el muro de dicho recinto penitenciario colapsó y cayó la madrugada del domingo 8 de marzo. Esto, a causa de las fuertes lluvias que se registraron en al zona, según informaron las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP), en aquel momento.
En ese sentido, el INP informó que ningún recluso resultó afectado por el derrumbe. «Podemos decirles a los familiares, que pueden estar tranquilos, ya que no se reportan personas lesionadas», indicaron.
Igualmente, aseguraron que ya se estaban desarrollando las medidas de seguridad, para poder reconstruir el muro lo antes posible. En ese sentido, ellos removieron los escombros que dejó el derrumbe.
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No obstante, el edificio carcelario está construido con adobe, y data desde hace muchos años. Por lo cual, varios sectores consideran que ya está obsoleto y ven la necesidad de la elaboración de un nuevo centro penal.
Centro Penal está sobrepoblado
«El edificio está en reconstrucción, pero todo el edificio ha colapsado, es un edificio viejo, que ya no reúne las condiciones», manifestó un comunicador social de Trujillo.
Al respecto, en una ocasión, el alcalde de esa ciudad, Héctor Mendoza, mencionó que era necesario la construcción de un nuevo centro carcelario. De ser así, reveló que cerca de la comunidad de Guadalupe Carney, hay un terreno de al menos 15 hectáreas, propiedad de la municipalidad.
Cabe indicar que el Centro Penal de Trujillo tiene capacidad para 150 personas. No obstante, según datos recientes, actualmente alberga a unos 600 reclusos, lo que significa una sobrepoblación.
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