TEGUCIGALPA, HONDURAS. En las últimas horas se reportó el fallecimiento de un privado de libertad en el Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), quien se encontraba recluido desde octubre de 2017.
El hecho ocurrió, luego de que sus mismos compañeros de módulo, alertaran a las autoridades, de que el prisionero -quien según estos dormía- no se movía ni respiraba.
De acuerdo a la vocera el Instituto Nacional Penitenciario (INP), Digna Aguilar, el sujeto respondía al nombre de Cristian Enrique Rivera Rivera de 31 años de edad. Mismo que, guardaba prisión por suponerlo responsable del delito de extorsión continuada y adquisición de vehículo robado.
Ante, el llamado de los mismos reclusos del módulo I, el doctor asignado procedió a realizarle una evaluación médica; sin embargo, Rivera, ya no contaba con signos vitales.
Posteriormente, las autoridades penitenciarias, llevaron a cabo las coordinaciones necesarias con la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), el Ministerio Público y Medicina Forense, para realizar el levantamiento cadavérico.
Hasta el momento, no se conocen las causas que pudieran haber provocado la muerte de Cristian Rivera. Por lo que, será la autopsia la que determine qué pudo ocurrir. Cabe destacar que, Rivera, no presentó ni heridas o lesiones en todo su cuerpo.
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Familiares de privados de libertad exigen se habiliten las visitas
Elma Ordoñez, miembro de la Asociación de Familiares de Privados de Libertad , dijo que con la muerte de Cristian Rivera, ya se contabiliza un total de 24 privados de libertad, fallecidos en todo lo que va del año.
Por lo que, hizo un llamado a las autoridades penitenciarias para que se les permita volver a visitar a sus familiares dentro de la prisión. Ordoñez, aduce que los reclusos están con altos niveles de ansiedad y preocupación; al igual que, sus parientes por no poder tener ningún tipo de comunicación.
Asimismo, dio a conocer que la propuesta ya fue presentada al director interino del centro penal de Támara; con el objetivo de que se habiliten las visitas de forma gradual.
Ordóñez, añadió que los familiares de los privados de libertad, están dispuestos a tomar tomas las medidas de bioseguridad necesarias para evitar un contagio por Covid-19. Para evitar perjudicar tanto a los parientes como a los prisioneros.
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