SAN PEDRO SULA.- La DPI ha confirmado que el verdadero objetivo de la balacera en El Progreso, Yoro ocurrida ayer, era asesinar a un testigo protegido que iba a declarar. Este ataque al Ministerio Público dejó como saldo un guardia muerto.
El guardia de seguridad respondía al nombre de Wilfredo Guerra Aguilera, alias “Chatío”, de unos 55 años de edad, quien deja una esposa que llora su pérdida.
Guerra Aguilera tenía unos 15 años de laborar para el Ministerio Público en El Progreso.
Cabe señalar que al principio a los tres sospechosos detenidos se les vinculaba a la Mara Salvatrucha MS-13. Sin embargo, la PN confirmó que son miembros activos de la banda criminal denominada «Los Aguacates».
Aparentemente estos están dedicados al cobro de extorsión, sicariato, distribución y venta de drogas en el sector de la colonia Lomas del Carmen, de San Pedro Sula, Cortés.
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Balacera buscaba ocultar conexiones de banda criminal
Según la reconstrucción de los hechos, los supuestos integrantes de la banda «Los Aguacates» habían ingresado a la sala de recepción de la Fiscalía Local del MP en El Progreso.
Pero los supuestos pandilleros entraron actuando de manera natural en búsqueda del testigo protegido que se aprestaba a declarar en la fiscalía.
Fue entonces cuando fueron requeridos por el guardia que se encontraba de turno. Al verse expuestos, dispararon contra éste, quien repelió el ataque hiriendo a uno de sus victimarios.
Inmediatamente salieron huyendo llevándose el arma del guardia, quien quedó mortalmente herido y falleció en el suelo minutos después.
La Policía Nacional reaccionó inmediatamente y logró darle captura a los tres supuestos mareros.
Obviamente todavía portaban el arma de fuego que se habían robado del guardia.
Ahora los tres sospechosos fueron puestos a la orden de la fiscalía local con las evidencias decomisadas.
Se les acusa de ser responsables por los delitos de homicidio y robo en perjuicio de Wilfredo Guerra Aguilera. Asimismo de los delitos de portación ilegal de arma de fuego y de posesión de vehículo robado.
También enfrentarán cargos por asociación ilícita en perjuicio de la seguridad interior de la población del Estado de Honduras.
Los detenidos:
En un inicio solo se conocía el nombre de José Abel Ponce Ocampo, quién fue herido por el guardia de seguridad antes de morir.
Este joven, de 20 años, con identidad # 0501-1996-00233, que vive en unión libre, tiene un largo récord judicial. Asimismo es originario y residente en la Col. Lomas del Carmen de San Pedro Sula.
Según la base de datos del Archivo Criminal, Ocampo tiene una orden de captura pendiente por el delito de robo de vehículos emitida el 19 de junio del 2013 por el Juzgado Segundo de Letras de lo Criminal de San Pedro Sula, según el expediente 13-2012.
En lo que respecta a Ponce Ocampo, fue capturado en la Sala de Emergencia de Clínicas Médicas Cristianas en la Colonia Paty en El Progreso. Había ingresado presentando una herida producida por proyectil de arma de fuego en la región del abdomen. Debido a esto fue posteriormente trasladado bajo custodia Policial al Hospital Mario Catarino Rivas de SPS.
A éste supuesto pandillero se le encontró en su poder y se le decomiso una arma de fuego, tipo pistola calibre 9mm. Así como también una motocicleta marca Apache, color blanco, año 2010, sin placas.
Incluso esa moto en la que Ponce se transportaba, según la base de datos de la Policía Nacional, aparece con reporte de robo.
Entre tanto el segundo detenido fue German Antonio Martínez Argueta de 27 años, con identidad # 1804-1989-02295. Además éste es originario y residente en la Col. Esperanza de Jesús en El Progreso, Yoro.
Del mismo modo se identificó y detuvo a José Alberto Ramos Echeverry de 19 años, con identidad # 0501-1997-15402. Por su parte Ramos es originario de la Col. Montefresco de San Pedro, Sula y residente en la Col. Esperanza de Jesús, El Progreso, Yoro.
En este sentido a Ramos Echeverry se le decomiso un arma de fuego, tipo pistola, calibre 9mm, color negro. La cual poseía un cargador con 16 proyectiles sin percutar.
Por lo anterior es que se supone que esta arma de fuego era la que portaba el Guardia de Seguridad de la Fiscalía del MP que resultó muerto.
