El país insular Sri Lanka, ubicado al sur de la India, ha sido noticia este fin de semana después de que un grupo de manifestantes asaltara la residencia presidencial e incendiara la casa del primer ministro para exigir un cambio de gobierno.
Algunas de las imágenes muestran a los ciudadanos bañándose en la piscina de los mandatarios, comiendo sus alimentos y saltando en sus camas.
Afortunadamente, ninguno de los dos funcionarios se vio amenazado, ya que no se encontraban en sus residencias al momento de los ataques. Sin embargo, la situación terminó en la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa.
¿Qué ocurrió?
Miles de manifestantes de diferentes partes del país se congregaron en la capital, Colombo, el sábado. Agentes estatales confirmaron a la agencia de noticias AFP que algunos, incluso, habían tomado el control de trenes para llegar a la capital.
El presidente Rajapaksa había dejado su residencia oficial el viernes como precaución tras el anuncio de protestas en la ciudad, indicaron fuentes del ministerio de defensa a Reuters.
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Los manifestantes comenzaron su marcha hacia la residencia presidencial en la mañana del sábado, atravesando retenes.
Cientos de manifestantes entraron en la residencia gritando y ondeando la bandera nacional.
El presidente de Sri Lanka acordó ayer que presentará su renuncia el próximo miércoles. De igual manera, algo similar ocurrió en la residencia del primer ministro quien, a las pocas horas, anunció su renuncia para dar lugar a un gobierno de coalición y proteger la seguridad de los ciudadanos.
¿Por qué protestan?
Poco después del anuncio, comenzaron a circular vídeos donde se observaba que la casa del primer ministro estaba en llamas. Se cree que el incendio fue ocasionado por los manifestantes.
Las protestas que se han visto a nivel mundial durante este fin de semana en la capital, Colombo, llevan meses en las calles.
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Actualmente, Sri Lanka atraviesa una grave crisis financiera y no tiene acceso a monedas extranjeras como el dólar o el euro para pagar sus importaciones.
Hace menos de una semana, el gobierno de Sri Lanka anunció que no tenía suficientes reservas en moneda extranjera para importar combustible y que las reservas de gasolina y diesel apenas alcanzarían para unos días si se mantenía el nivel de consumo habitual.
En un intento por frenar la crisis, las autoridades implementaron una prohibición a la venta de gasolina y diesel a consumidores particulares, fue el primer país en hacerlo desde la década de los años 70.
En consecuencia, las escuelas de Sri Lanka tuvieron que cerrar. Además, las autoridades pidieron a los 22 millones de habitantes de la nación que trabajaran desde casa en un momento en el que la inflación alcanza el 30%.
¿Una crisis por mal manejo?
El gobierno atribuye la crisis a la pandemia del coronavirus, que afectó la industria turística de Sri Lanka, una de sus principales fuentes de ingreso de divisas.
Además, también mencionó que los turistas tienen miedo de viajar al país tras una serie de ataques con explosivos a iglesias que tuvieron lugar en 2019.
Sin embargo, algunos expertos aseguran que el verdadero problema es el mal manejo fiscal.
Actualmente, Sri Lanka importa US $3.000 millones más al año en productos de lo que exporta. Es por esta razón que se ha quedado sin divisas.
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