TEGUCIGALPA, HONDURAS. El diputado de Libertad y Refundación (LIBRE), Eduardo Díaz, propuso en el Congreso Nacional (CN) que se reintegren los policías depurados ante la escalada de violencia e inseguridad en Honduras.
Durante su intervención, el legislador sostuvo que, «ante la ola de violencia que azota nuestro país, delitos como la extorsión, secuestros, robos a negocios, asaltos a viviendas y sicariato, son cada día más comunes en nuestro país».
Asimismo, destacó que por la inseguridad los hondureños se ven obligados a cerrar sus negocios, emigrar del país y dejan de producir para el país.
Es por ello, que Díaz aseguró que es necesario contar con mayor presencia policial en las calles. Sin embargo, dijo que deben ser elementos con la preparación necesaria para afrontar la criminalidad que azota al país.
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Acciones prontas por la seguridad
«Esta acción debería de ser cuanto antes, ya que el tiempo es el peor enemigo de una sociedad que se mantiene en zozobra producto del crimen organizado«, aseguró.
El decreto señala que se tiene que reintegrar a los policías con antigüedad y derecho de ascenso. Sin embargo, el Estado tendrá que resarcir los daños ocasionados tras su separación del cargo.
Asimismo, el proyecto señala que esto lo deberá analizar una comisión especial y evaluadora. Ésta la tendría que crear la Secretaría de Estado en el Despecho de Seguridad y tiene que revisar todos los expedientes.
Una vez que se ejecute la revisión, la comisión deberá indicar qué miembros están aptos para su reintegro a la institución policial, detalla la propuesta. Luego, la Secretaría de Seguridad debe regresarlos a su cargo, considerando su antiguedad y ascensos.
Luego, el ministro de Seguridad tendrá el criterio de asignarle las labores a los miembros depurados. Posteriormente, la Secretaría de Finanzas debe destinar todos los fondos por concepto de reintegro y brazos caídos a los afectados.
Depuración policial en Honduras
El diputado recordó que en el año 2016 se ejecutó un plan especial orientado a la depuración de la Policía Nacional. Tras este acontecimiento, más de 40 % de los oficiales de la institución resultaron separados de su cargo.
«Este proceso contó con varios matices, pero el que compete a este proyecto de ley son esos casos donde no existieron argumentos legales fehacientes para dichas cancelaciones. Términos como reestructuración por cancelación, falta de presupuesto y cancelación de plazas, fue con lo que se canceló a muchos buenos policías de sus cargos», explicó el diputado Eduardo Díaz.
De la misma manera, destacó que el término «depuración» afectó de manera psicológica, económica y socialmente a los familiares de los policías.
A la vez, el legislador subrayó que varias autoridades que participaron de la depuración de la Policía Nacional, hoy están salpicados en algunos delitos. Entre ellos el narcotráfico, lavado de activos, entre otros relacionados.
«Entendemos entonces que este proceso de depuración pudo ser un plan de separación de buenos miembros de la carrera policial, a los que se les canceló no por la comisión de un delito, sino justamente porque no se prestaron a ser parte de estructuras criminales», afirmó el diputado de LIBRE.
En consecuencia, Eduardo Díaz aseguró que es obligación del Congreso Nacional y del Gobierno tomar acciones inmediatas en busca de soluciones que permitan garantizar el bienestar de los hondureños.