Tegucigalpa, Honduras.- La familia que iba a bordo de un vehículo que fue impactado por un carro conducido por el chofer asignado al vicecanciller Gerardo Torres, exige a Cancillería de Honduras que responda a su llamado y se responsabilicen de lo sucedido.

El pasado 10 de septiembre se reportó que mientras Torres estaba cumpliendo una misión diplomática, se registró un accidente vial en la carretera que conduce de Tegucigalpa a Santa Lucía. Los miembros de una familia, entre ellos un menor de edad y una embarazada, resultaron con varias heridas de gravedad.

María Bustillo, quien estaba en estado gestación, contó su versión de los hechos y cómo Cancillería no ha intentado comunicarse con ellos para darles algún apoyo.

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Bustillo inició relatando que el conductor del vehículo asignado a Gerardo Torres dio positivo en la prueba de alcoholemia. «No le bastó con embestirnos a alta velocidad como Kamikaze suicida, sino que una vez chocados, continuaba acelerando su vehículo, arrastrándonos cada vez más fuera del pavimento», relató.

Esta maniobra «desesperada» la habría hecho el conductor con la intensión de darse a la fuga, según el relato de Bustillo.

«Mientras tanto, al interior de mi vehículo se sentía un calor sofocante, un olor a caucho quemado. Había humo, gritos de mi suegra y mi esposo, los gritos de dolor de mi mamá y el llanto descontrolado de Rebeca», dijo.

La fémina aseguró ser la primera en poder salir del vehículo para darle auxilio a sus familiares. Fue hasta la llegada de los equipos de emergencia que ella procedió a ver al responsable. «Fue ahí donde conocí al señor Marvin Pinoth«, apuntó.

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Familia estuvo hospitalizada 

Bustillo reveló que su suegra sufrió un hematoma cerebral con sangrado, por lo que estuvo «rogando a Dios que no pasara a más». Josías, esposo de Bustillo, tuvo una sacudida cerebral, causándole una inflamación.

Su madre presentó hematomas en sus rodillas golpeadas y hematomas en sus piernas. Por su parte, Bustillo tuvo una rectificación cervical mayor, contusión de útero, un hematoma en la placenta y un leve desprendimiento de la misma. El menor que se conducía con la familia no tuvo heridas de gravedad.

Todos estuvieron hospitalizados de manera individual y ninguno sabía el estado de salud del otro, según relató en sus redes sociales Bustillo.

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«Esperamos que Cancillería se hiciera presente los días que estuvimos hospitalizados, pero no llegaron, sin embargo, les dio chance de hacer un comunicado», dijo.

«Cómo son las vueltas de la vida, ¿verdad? Casi morimos por un conductor ebrio de Cancillería y mi papá le dio casi 20 años de su vida trabajando a esa institución», lamentó.

Bustillo aseveró que Cancillería no les ha pedido ninguna información, ni siquiera los han contactado tras el incidente vial.

«Esperamos que Cancillería nos busque, así como los hemos buscado, haciéndoles llegar toda la información (que no nos han pedido), pero que le hemos entregado. ¡Somos vidas humanas!, y si eso no tiene valor, como sociedad nos fuimos por un caño», concluyó.