Redacción. Con la voz entrecortada y el dolor reflejado en cada palabra, don Alonso Mayorquín Rojas, abuelo de los jóvenes asesinados en una reciente masacre al norte de Honduras, rompió el silencio para aclarar que sus nietos eran inocentes y que la familia aún no comprende por qué ocurrió una tragedia tan atroz.
«No andaban en malos pasos, lo juro ante Diosito, porque yo soy miembro de la iglesia», aseguró don Alonso, quien además invitó a los vecinos y conocidos a «dar fe de la buena conducta de los muchachos».
«Ustedes pueden averiguar también con otras personas, con los vecinos, y les preguntan cómo miraban los cipotes», agregó el abuelo de los cuatro hermanos que fallecieron este Jueves Santo en la colonia Sinaí de La Ceiba, Atlántida.
El crimen ocurrió en horas de la madrugada. «Estábamos durmiendo nosotros anoche, cuando a la una de la mañana escuchamos la tirazón, pero no sabía yo, porque como ellos viven en la esquina. No sabía que eran ellos los que habían sido atacados», relató con tristeza. Minutos después, su hija salió gritando y confirmó que los cuerpos pertenecían a sus hijos y familiares.
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«Mis cipotes eran bien trabajadores»
Las víctimas eran muchachos trabajadores. «Las muchachitas cuidaban a los chanchitos que tenía la mamá. El otro, el grande, echaba viajes con unos compañeros de la porqueta, le pagaban y luego se iba a pescar. El otro ya no estaba pichón, él no salía, de la casa a la cama», explicó.
La masacre ha dejado a la familia devastada y con temor. «Ahora tenemos miedo de vivir aquí. Tal vez la Policía nos brinde apoyo, pero si no, vamos a tener que irnos», añadió don Alonso, quien ha vivido 22 años en la comunidad.
«Uno va durmiendo tranquilo y de repente vienen, se meten ahí, rompen las puertas… y más pum, pum, pum, pum, todo. Y sin deber nada», prosiguió.
A pesar del dolor, don Alonso no pide otra cosa más que justicia. «Ojalá las autoridades hagan su trabajo y, primeramente, Dios que lo guarde a uno».
Con dificultades económicas para enfrentar los gastos funerarios, el abuelo compartió su número de teléfono para quienes deseen apoyarlo: 89-83-03-45, a nombre de Alonso Mayorquín Rojas.
Masacre en La Ceiba
La masacre ocurrida en la colonia Sinaí, sector Bonitillo de La Ceiba, dejó un saldo total de cinco personas fallecidas.
La última víctima fue Wilmer Banegas, quien inicialmente sobrevivió al ataque y fue trasladado al Hospital Regional Atlántida, donde murió horas después debido a heridas graves en el rostro y abdomen.
El ataque fue perpetrado por al menos ocho hombres armados que irrumpieron en una vivienda a las 3:00 a. m. del Jueves Santo. Las otras víctimas, todas menores de edad y miembros de la familia Mayorquín, fueron identificadas como Cristian Josué (21), Daisy Fabiola (18), Juan David (16) y Génesis Gabriela (14).