REDACCIÓN. Un video que ha circulado ampliamente en redes sociales ha conmocionado a la comunidad migrante y defensores de derechos humanos. En las imágenes se observa a Erika Quiroz, una migrante hondureña, siendo arrestada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) justo después de acudir voluntariamente a una cita judicial en el Tribunal de Inmigración de San Antonio, Texas.
“No me quiero morir en Honduras. No me quiero morir”, repite entre lágrimas Erika mientras sufre una crisis emocional y entraba en una patrulla de ICE. Su súplica desesperada y su evidente angustia han generado indignación. Especialmente, por el contexto en el que se dio su detención. Ella acudió de forma voluntaria a su audiencia de asilo, acompañada de su hijo y otro familiar.
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De acuerdo con su abogada, quien estuvo presente en el lugar, la jueza desestimó su caso, lo que permitió que ICE ejecutara su arresto de inmediato y comenzara el proceso de deportación. “Me llamo Erika Quiroz, si me pasa algo en Honduras es por esto”, se le escucha decir en el video, dejando constancia de su temor por lo que le espera si la regresan a su país de origen.
Belinda Arroyo, abogada de inmigración, señaló en declaraciones a CBS News que este tipo de acciones están sembrando miedo entre los migrantes. Ahora temen que los detengan s incluso en espacios como las cortes, que antes se consideraban relativamente seguros. Según reportes de dos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional, ICE está solicitando a jueces de inmigración que desestimen ciertos casos con el propósito de arrestar a los solicitantes justo al finalizar sus audiencias, agilizando así los procesos de deportación.
El mismo día de la detención de Erika, también arrestaron a varios inmigrantes en ese tribunal bajo circunstancias similares. Esto evidencia una estrategia más amplia de endurecimiento migratorio impulsada desde la administración Trump.