Por Mario Berríos. -Cuando ex presidente de la sonrisa lobuna capituló ante las presiones de los gringos y dio facilidades para las extradiciones y futuras capturas de aquellos criminales de cuello blanco, jamás se imaginó que se estaba marcando un autogol. Tuvo el encontronazo con el balón de la ley hace poco, cuando a la rosa de espinas largas le escarbaron millones en su propia cancha: euros, lempiras y cheques. Mal ha hecho el ex hombre fortachón al señalar a gente de la loma si de antemano conocía de qué están hechos los compinches de la manada, además, un olanchano de ese corte jamás se echa para atrás.
Del mayor de la loma bien sabía el lobo, porque fue su pupilo en las canchas políticas, que una de sus mayores virtudes frente al marco es la pateada chueca, de chanfle, con tal de salvarse, como quien dice bien sabía el cuervo que estaba alimentando, ¿ahora de qué lloriquea?
El pisto, la preñez, la tos y la ignorancia son cuatro (4) cosas que no se pueden esconder; continuemos haciendo una panorámica literaria por esas canchas…
Cuando expulsaron a un pobre jugador y lo enchutaron en el mamo, el de la sonrisa de oreja a oreja nada dijo. Después toparon con la roja a los lanas del equipo del Seguro, tampoco abrió su boca, posteriormente expulsaron al de las 31 cartas de libertad, nada murmuró al verlo en la corte estadounidense; con la rosa de espinas largas alzó la voz sin hablarle claramente al árbitro, falta ver cuando lo expulsen a él qué vomita.
Y del equipo de los diputiados muchos nomás saber por los medios que estaban cateando la cancha del equipo de la rosa de espinas largas, salieron tropezándose a vaciar sus caletas, dicen que varios de ellos llamaban a sus achichincles para que corrieran a vaciar caletas, correteaban ahogados a verificar sus marcos, no vaya ser que les cayera el árbitro del Ministerio Público y les sorprendiera con una tarjeta roja, directo para el hotel 5 estrellas del tabo en Támara.
Siempre hablando de autogoles, otros políticos se han goleado ellos mismos, unos que ni levantan la mano y solo ven pasar el balón, los majean en el área chica y ni cuenta se dan, solo ven pasar la pelota, la número 5, la de gajos, es que ni por cerca estaban preparados para llegar al Congrezoo, uno que otro se escuda en la biblia y hasta Dios ha de enfadarse por tanto que lo citan, jugarreta se tienen con ÉL con tanta biblia en mano por puro despiste porque a hurtadillas meten mano, al Congrezzo se va a legislar no a pastorear, aunque ante la falta de argumentos fácil es esconderse en una biblia, entre ellos uno que se metía autogoles en el fut y terminaron retirándolo por lerdo, de paso se goleó a sí mismo, llevándose de encuentro a su propio partido marcándole —como de mema— de los mismos autogoles que siempre anotaba, por lo cual lo corrieron de varios team.
Lo primero que hizo un pico corto fue anotarle a su propio partido botando el voto del balón dentro de la cancha, en vez de defender la bandera la rasgó dándole el balón a un francés, luego el remate de Karim Benzema pegó en un poste, rebotó en el suelo y cruzó la raya por unos cuantos centímetros. Para cuando el balón se le escapó al arquero los jugadores de Les Bleus ya celebraban el gol. Este mismo diputiado odia al capitán del Congrezzo, de quien expresa que el equipo de diputiados no lo necesita, él mismo tampoco quiso pasarle el balón al Salvador de los deportes. Este diputiado ha sido incapaz de anotar con una moción siquiera, solo ve pasar el balón, por su fruto en la producción de goles en la cancha del Congrezzo lo evaluaremos y conoceremos, hasta la fecha ni un grito de gol o de moción se le ha escapado de las bembas, permanece mudo, como loro en estaca pintado de anilina.
El otro cuando le preguntan por una moción en el hemiciclo habla de Europa o de México, es que quedó lumbo de un encontronazo con Torlacoff. Y una vez marcando a Xavi Hernández le metiron el balón por la cocina y ni cuenta se dio, se traba al hablar español, no digamos cuando deseaba hablar mandarín, en fin de esa forma nunca podrá presentar siquiera una simple moción. Con su autogol al partido el moronga le mató oportunidades a otros miembros de su equipo, contra quienes se volvió luego de que le pasaran el balón abajo del marco, pero en vez de anotar se engolosinó con el esférico…
