CORTÉS, HONDURAS. Un menor de apenas ocho años de edad falleció luego de que una pared cayera sobre él a raíz de los vientos huracanados que se registraron ayer, miércoles, en Naco, en la zona noroccidental del país.
La muerte del pequeño Didier Quiroz causó mucha tristeza no solo en sus familiares, sino también en vecinos que lo conocían. De acuerdo al relato de sus parientes, todos estaban en la sala de la casa, cuando el niño salió corriendo.
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En ese instante fue cuando un árbol cayó sobre la vivienda, lo que causó que una pared se derrumbara y aplastara al niño. Intentando salvar su vida, la familia lo trasladó a una clínica ubicada en Cofradía, sin embargo, después lo reportaron como fallecido.
Un tío del pequeño, declaró para Hoy Mismo que, todo pasó de repente. El hondureño señaló que empezaron a escuchar los truenos y el fuerte viento, luego él salió y observó cómo los árboles de movían de un lado a otro.
«Le dije a mi hermano que se salieran del cuarto, pero lastimosamente todo pasó muy rápido», añadió.
Asimismo, comentó que cuando regresó, miró los escombros esparcidos en la habitación y debajo de ellos, estaba el cuerpo del niño. «Yo le toqué el pulso, no reaccionaba ni respiraba, estaba sin vida totalmente», agregó.
El tío de Didier Quiroz sostuvo que el menor estaba cursando el tercer grado en la escuela. «Un niño bastante inteligente, metido en las cosas de Dios. Cantaba en la iglesia», contó.
Velaron el cuerpo del pequeño en horas de la noche. Ahí, la familia estuvo acompañada de varios vecinos, quienes llegaban a darles el pésame. Posteriormente los padres del niño, decidieron movilizarlo a Tegucigalpa.
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